Seleccionar página
Querida Reino Unido

Querida Reino Unido

Querida Reino Unido,

Aquí me tienes. Estamos una noche más tú y yo, a solas pero acompañados. Tan sólo nosotros sabemos la de cosas que hemos vivido y los secretos que nos hemos contado a altas horas de la madrugada. Es por ello por lo que elijo este momento, nuestra última noche juntos, para despedirme y dedicarte mis últimas palabras.

Y es que no me podía ir sin darte las gracias. Gracias por acogerme cuando más lo necesitaba. Gracias por darme un idioma, la oportunidad de cambiar de carrera y de cumplir mis sueños. Gracias por regalarme momentos que jamás olvidaré. Gracias por cuidar de la que hoy es mi mujer y permitir que también ella se forme y vuelva a casa con la experiencia que buscaba. Gracias por abrirnos la mente, presentarnos a parte de la familia que no se encontraba a priori en nuestro árbol genealógico. Gracias por hacernos más fuertes.

He de reconocer que no ha sido una relación fácil. Al principio no quería estar contigo… Puedes llegar a ser muy absorbente, y eso agobia. No permites que pase tiempo con nadie más, siempre poniendo problemas: tus anocheceres a las 15:00, tu lluvia enmascarada, las largas distancias o tus precios prohibitivos no ayudan precisamente en el día a día, y eso acaba quemando.

Pero en el fondo, y con el tiempo, me di cuenta de que tienes buen corazón y es entonces cuando acabé rindiéndome a tus encantos. Comprendí que a veces no es la cantidad sino la calidad de los encuentros con mi gente lo que cuenta. Entendí la importancia de una buena peli en Netflix bajo la manta. Valoré tus días soleados y esos paseos por tus verdes parques. Me ayudaste a poner los problemas en perspectiva y a acostumbrarme al cambio. Me hiciste ver que no hay imposibles sino prioridades, que no existe la distancia en un mundo conectado y que nunca es tarde para empezar de cero. Me convenciste de que con miedo no se llega a ninguna parte.

Reconozco que yo tengo mis defectos, y creeme cuando te digo que estoy trabajando para corregirlos… Pero ya que me preguntas, me veo obligado a compartir tres áreas en las que creo hay margen de mejora, por si acaso nos volvemos a encontrar:

  1. Creo que deberías de dejar de mirarte tanto el ombligo, alzar un poco la mirada y valorar más lo que tienes a tu alrededor. Puede que estés “taking for granted” cosas que igual vas a echar de menos si finalmente sigues adelante con el artículo 50, y es que eso del Brexit sigo sin verlo… y si de paso aprendes a decir un “hola” “salut” o “hallo” mejor que mejor.
  2. Puede que la gente confiara más en ti si tus “sorrys” fueran más sentidos, y tu feedback más directo. No me malinterpretes, creo que eres muy educada, sobre todo a nivel profesional, pero a veces no pasa nada por decir que “no” en vez de “I strongly recommend…”.
  3. Y por último, y no por ello menos importante, añade un poquito de sal a tu vida! Que a veces eres un poquito sosa “mi arma”! Que no pasa nada por dar dos besitos al presentarte, un abrazo cuando quieres tener una muestra de cariño con un amigo o simplemente el tener un detalle sin esperar nada a cambio. Que ya sé que el capitalismo se creó aquí pero que a veces hacer las cosas “de gratis” aunque sean con tus amigos, sientan mejor!

Y bueno… qué más decirte…

Pues que te voy a echar de menos. Lo sé porque pese a dejarte, no me siento especialmente feliz al escribir estas palabras y eso lo que demuestra es que en el fondo te quiero. Soy consciente de que me has dado más de lo que me has quitado y por ello te estaré siempre agradecido.

Hablaba hoy con mis padres desde aquí por última vez, y me preguntaban “¿Cómo te sientes?” Y creo que me siento igual que cuando aterricé… Me siento vivo y joven (aunque algo más viejo). Contento y triste. Emocionado y asustado. Orgulloso pero con mucho respeto a lo que pueda venir…

“Respeto a lo que pueda venir…” Quizás eso sea lo que más me preocupa. Es mucho tiempo fuera y soy consciente de que la vuelta no va a ser fácil. Que la situación en España sigue sin ser la mejor. Que el choque cultural va a ser… interesante… y que las cosas no se han quedado paradas donde las dejé… ¿y si no encajamos en este puzzle? Antes pensaba que siempre me podría volver… pero quizás ya no me acojas con los brazos abiertos como hiciste hace 6 años…

En fin… que espero verte pronto por España, a tí y a todos los amigos a los que me has presentado en estos años. No quiero que esto sea un adiós si no un hasta luego.

Mucha fuerza y ánimo por los recientes y lamentables sucesos ocurridos en Westminster. No dejes que los terroristas te quiten la sonrisa y aprovecha para unirte a los tuyos más que nunca.

Nunca olvidaré todo lo que has hecho por mí y no dudes que si algún día tengo peques, los mandaré de visita…

Con cariño,

Sergio López

PS: Otra vez nos han dado las 5:00. Otra vez me acuesto con una sonrisa. Como en nuestros mejores días noches… si es que en el fondo formamos un gran equipo (#dreamteam). Nos vemos pronto compañera!

2017 ¿Quieres pelea?

2017 ¿Quieres pelea?

Tú todavía no lo sabes, pero he estado hablando seriamente con tu amigo 2016. Ese que sale del ring riéndose a carcajadas con los brazos en alto, dándote el relevo con aires victoriosos.

Empiezas a asomar la cabeza y no la ves ni de venir. Llevo entrenando y cogiendo carrerilla desde hace ya unos meses. Voy hacia ti con el puño derecho cerrado y con ganas, muchas ganas. Dicen que el que da primero, da dos veces. Dos van a ser pocas. Te van a temblar hasta las orejas.

Y es que ya he aprendido la lección. Eso de empezar el combate deseándote un feliz año con una sonrisa en la cara es una mariconada (con perdón). Está muy visto, y es lo que esperas. Por eso te tengo algo nuevo preparado…

Esperas que mientras doy esos pequeños saltitos en el ring y chocamos los puños, te cuente mis cuatro planes del año y te pida educadamente un par de cosas…como si fuéramos amigos. Esperas que mire por la ventana al horizonte tras comerme las doce uvas pensando que el año que entra será mejor que cualquier otro que se ha ido. Pero este año es diferente. Puedo verte. Puedo ver como tú, en cambio, apuntas todo lo que te digo en un papelito, y sin esperar ni a que me de la vuelta tachas la lista, conviertes el folio con ilusiones en una bola de papel arrugada, lo tiras al suelo, lo pisas y lo orinas, con desprecio. Porque en el fondo te la suda. Tu ya estás haciendo tus planes para mi y para el resto de los mortales.

 

Estoy seguro que eso fue lo que hizo tu amiguito el año pasado. Ahora que lo pienso… creo que entiendo sus carcajadas al salir del ring… Lo que se ha tenido que reir dejándonos un año sin gobierno, y viendo como nuestros políticos eran incapaces de ponerse de acuerdo durante cerca de 12 meses. Anda que, ¿con la segunda final de Champions perdida? No sólo añadió un penalti fallido, si no que nos llevó a la prórroga y a la tanda de penaltis. Qué hijo de puta. ¿Y con lo del Brexit? ¿Descojonado no? Ni en España ni en Reino Unido.. debió pensar. Seguro que no se le ha olvidado la cara de gilipollas con la que me quedé esa mañana… Aunque veo que su estrategia es lo de dejar lo mejor para el final… porque ese regalito de Donald Trump… esa si que no la ví ni de venir. Noqueado. Vamos a tener que irnos a la Luna para encontrar algo de paz y tranquilidad porque lo de Siria, Berlín, París, Niza, Bagdad, Bruselas, Estambul, Kabul, Dalori, Orlando, etc. ¿Eso seguro que no queda ahí verdad?

Pues déjame que te diga, lo tienes complicado. Tu colega te ha dejado un buen legado, pero tú… Tú estás demasiado confiado.

Estás confiado porque te crees que me he quedado de brazos cruzados. Estás confiado porque no eres consciente de que ya no soy uno, me he fusionado y transformado en superguerrero. Estás confiado porque creo que no te has dado cuenta todavía de que aquí recibimos, pero también damos. Que nos caemos pero también nos levantamos. Que no nos rendimos tan fácilmente, y si no pregúntale a mi madre. Estás confiado porque te crees que me voy a dar por vencido a la primera de cambio, pero nosotros somos de luchar hasta que cumplimos nuestros sueños. Déjame que te diga, habéis podido ganar una batalla, pero no la guerra.

 

2017¿Quieres Pelea-

No sé lo que te traes entre manos. Eso de no mostrar tus cartas me gusta. Por ello te respeto, pero no te tengo miedo y no voy a dejar que condiciones ni un poquito mi vida.

Te recibo con un cuchillo entre los dientes. No esperes salir ileso de esta. Porque son en los años duros, en los momentos complicados y en las crisis dónde más aprendemos. Y creeme, hemos aprendido la lección.

La lección de no esperar nada de tí por la cara. Que el que algo quiere algo le cuesta. La lección de que nos tenemos que sacar nuestras propias castañas del fuego. Que el éxito sólo es fruto del esfuerzo y no de si vemos o no una estrella fugaz en un cielo cada vez más apagado. La lección de que para cambiar algo hay que empezar por hacer las cosas de forma diferente. Que hay que dejar el miedo atrás y los objetivos delante. La lección de que nosotros mismos somos nuestro peor enemigo. Que la unión hace la fuerza.

 

It always seems impossible until it´s done

Nelson Mandela

Por eso déjame que te diga. Este blog, ya no es sólo un blog con mis tonterías y mis aventuras. Ha cambiado. Mejor dicho, ha evolucionado. Ya no sólo se trata de mantener informado a mis amigos de cómo nos trata la vida. Se trata de unir fuerzas con todo aquel que quiera combatir y luchar por sus sueños, sin importarle los planes que nos tengas preparados.

Lo sé, somos pequeños. Tan pequeños que todavía no tenemos suficiente voz para que escuches este mensaje. Pero como soy un tío legal y al fin y al cabo esto del boxeo es un deporte oficial, quería avisarte. Esta misma noche, a eso de las doce recibirás la primera castaña nada más entrar en el ring. Así, rollo “bienvenida” para quitarte esa sonrisilla de payaso que traes. Eso sí, hay que cumplir con las reglas: juego limpio. Nada de mordiscos en la oreja ¿vale cara anchoa?. Pues eso, nos vemos en el ring. Estoy impaciente.