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Inglaterra: Año 2

Inglaterra: Año 2

Hace ya dos años que me vine a Inglaterra, así de primeras parece un mundo, analizando parece que fue ayer. He pasado ya aquí más tiempo del que estuve en Irlanda y estoy cerca de igualar el que estuve en Madrid, da miedo ver lo rápido que pasan los años.

Cada aniversario me gusta hacer balance de todo lo que me ha ocurrido. La vorágine del día a día no te permite analizar lo mucho que cambian las cosas, los logros que vas consiguiendo, los miedos que vas superando, los fallos que vas cometiendo… He necesitado releer el post de mi primer aniversario, y ya de paso unos cuantos más para refrescarme la memoria. Aunque me considero la misma persona que antes, mi vida ha dado un giro de 180 grados, he evolucionado.

Me gusta analizar como me gustaría verme en un año, me ayuda a plantearme objetivos, a dibujar una ruta. La idea era clara; encontrar un trabajo relacionado con Google que me permitiera sentirme realizado, pero reconozco que ni en el mejor de mis sueños podía imaginar haber conseguido todo lo conseguido este último año, a nivel personal y a nivel profesional. Hace exactamente un año estaba buscando piso en Londres con prácticamente una mano delante y otra detrás. El paro se había acabado y necesité solicitar la ayuda de 70 libras semanales para seguir adelante sin ayudas familiares. Londres no me gustaba como ciudad para vivir, todo era estrés e incertidumbre. El miedo al fracaso, a caer al vacío, se palpaba.

                                                         Dibujando mi ruta

A nivel personal hemos encontramos una habitación “vacía” que hicimos nuestra. Hemos compartido piso durante otro año con gente inglesa que nos ha permitido seguir mejorando el idioma. Hemos creado una atmósfera que ha transformado compañeros de piso en amigos (hecho que tiene más valor todavía en una ciudad como Londres). Hemos podido seguir conociendo mundo con pequeñas escapadas por Europa. Me sigo sintiendo cerca de los nuestros gracias a las llamadas diarias por Skype y a nuestras bajadas a Málaga. Hemos presenciado como Laura se unía a nuestra aventura, como Alberto & María se casaban, como Sergio Jr crece por días o como Fali & Maca esperan también agrandar la familia. Hemos recibido visitas de amigos y familiares que nos han llenado de energía; da gusto ver como a los tuyos les van bien las cosas. Los que me conocéis sabéis que nunca me ha gustado presumir de relación pero es justo decir que me siento súper afortunado de estar con quien estoy, de tener la estabilidad que tenemos y de que el día a día no sea más que una demostración de que ya no hay vuelta atrás: ¡me ha comprado y no se aceptan devoluciones!

Un único destino!

A nivel profesional, me he sacado todos los exámenes de Google AdWords y de DoubleClick. He encontrado un pedazo de trabajo en Periscopix, la agencia independiente más grande de UK, que me ha dado la oportunidad no sólo de cambiar mi rama profesional (cosa que veía complicado ya a mis 28 años) si no de tener una proyección en un nuevo departamento que me ilusiona. Yo fui el trabajador número 44, a día de hoy ya somos 70, y en 18 meses estaremos en una oficina 6 veces más grande que la que tenemos ahora… Si hace un año me hubieran dicho que asistiría a cursos mensuales en las oficinas de Google o que tendría que llevar las campañas de clientes como Wall Street Journal o JP Morgan está claro que me habría dado un ataque de risa. Es cierto que todo queda muy bonito por aquí, los agobios y malos ratos ya los he compartido con vosotros en otros posts y los intento llevar por dentro, aunque se suelen exteriorizar en forma de orzuelos, tortícolis, lumbagos, visitas al baño los domingos por la noche o subidas de tensión. Lo cierto es que el trabajo me ha permitido tener esa estabilidad económica de la que carecía, esa satisfacción personal que añoraba y me ha permitido empezar a recuperar esos ahorros que había invertido en formación durante el año pasado.

En las oficinas de Google 🙂

Mentiría si no dijera que echo de menos todo lo que tengo en España, o que no me he planteado volver en algún momento de bajón (especialmente cada vez que os veo). Es curioso comprobar como la misma gente que me tachaba de loco cuando dejé todo por venirme aquí me tacha de loco ahora si planteo la vuelta. Vine aquí con la ilusión de conseguir muchas de las cosas que ya he conseguido, pero sigo pensando que todavía quedan otras muchas por conseguir. El miedo que tengo es que no sé si llegará el día en el que piense que “es el momento de volver”,  o lo que es peor, encontrar ese momento pero comprobar que el mercado laboral no nos lo permite. Quiero pensar que todos estos sacrificios tendrán su recompensa en un futuro, pero sólo el futuro lo sabrá. En unos años, volveré a meterme en el blog para ver mis balances de años anteriores, espero poder comprobar entonces lo mismo que he comprobado hoy, que todas las incógnitas se han resuelto y que todos los sueños y proyectos se han cumplido.

Segundo año en Inglaterra, esta vez en Londres!

Para terminar el balance, me he me dado cuenta de una última cosa este año. Soy consciente de que vivo preocupado por cosas que finalmente nunca suceden, que podría evitarme muchos sufrimientos. Intento mirar más allá de lo que debería. He de aprender la lección de vivir el día a día y disfrutar de las cosas sin preocuparme tanto del “qué pasará”. Es cuando la vida nos da sustos y avisos cuando lo veo claro, lamentablemente todo vuelve a nublarse con el paso del tiempo, de nuevo sumergido en los planes de futuro sin importarme tanto el presente. Espero que esta vez aprenda la lección; no quiero que tenga que llegar el futuro para darme cuenta de lo feliz que era en el pasado.

Tierra a la vista

Tierra a la vista

A medida que voy cumpliendo años me da la sensación de que el tiempo cada vez pasa más deprisa. Supongo que será porque cada vez he vivido más cosas, y la noción del tiempo ha cambiado. Los 3 meses de verano que se me hacían eternos cuando estaba en el colegio están a punto de pasar como si nada a mis 29.
Celebrando mi vejez
Es curioso eso de ir haciéndote mayor, la mañana en la que te despiertas un año más viejo piensas totalmente diferente al día anterior, todo lo que era blanco pasa a ser negro, y las dudas que tenías las has resuelto en cuestión de segundos, te vuelves más sabio, más seguro… o más bien no…. más bien sigues siendo exactamente igual que el día anterior, sigues pensando lo mismo que pensabas antes de acostarte y teniendo las mismas dudas, no has notado ningún cambio, sin embargo, es cuando amplias la franja del tiempo en la que te auto comparas cuando te das cuenta que sí que has cambiado, y además un huevo.
Hacerse mayor

No hace falta renovar el carnet de conducir para darse cuenta de que ya no eres ese niño con espinillas que tenía ganas de comerse el mundo. Los problemas que te hacían llorar de pequeño te hacen reír ahora y echas de menos los agobios que antes te provocaban ansiedad. Las salidas hasta las 7 de la mañana las puedes hacer, pero no 3 días por semana, y mejor no mencionar los plazos de recuperación. El cerebro te levanta un sábado a las 8.30 de la mañana con la idea de aprovechar el día, y ya no puedes darte la vuelta, cerrar los ojos y levantarte a la hora de comer… ahora el cuerpo hasta te lleva al supermercado para comprar pan si no tienes en casa para poder desayunar esas tostadas con aceite. Tu paladar empieza a aceptar el salmón, el guacamole y el marisco, encontrando sabroso esos sabores que antes te daban asco y suaves esas texturas que antes te provocaban escalofríos. Has dejado de saberte el nombre de todas las hamburguesas del Mc Donald, te cansas cuando haces más de 20 minutos de deporte y notas dolores en tus articulaciones al día siguiente si has jugado al fútbol más de dos horas. Intentas hacer la digestión sin que nadie te lo diga y te echas crema antes de ir a la playa (sí, me hecho crema aunque me siga quemando y no, no es Nivea). Tardas en encontrar el 1984 rellenando un formulario online, no te crees que la mayoría de tus compañeros de trabajo hayan nacido alrededor de los 90, has cerrado tu cuenta de Tuenti y las fotos del Facebook están llenas de bebés y bodas en vez de fiestas y desfases. Aprecias muchas cosas que antes pasaban desapercibidas, echas de menos cosas que antes te aburrían, darías lo que fuera por comer un domingo con tus padres y eso sí, sólo cambiando las pipas por unas cervezas puedes seguir disfrutando durante horas en un banquito con tus colegas para hablar de fútbol, tías y arreglar los problemas del mundo.

                                                        Esos reencuentros con los tuyos…
Otro cumple en la distancia
Pues sí, van pasando los años y veo como los últimos seis los he hecho lejos de los míos, lo cual da más nostalgia todavía. Te das cuenta con el tiempo de que cada uno escoge su camino, que es complicado mantener las relaciones como a uno le gustaría y que los cambios que he explicado antes (más los importantes) los sufrimos cada uno de nosotros, haciendo complicado que en los reencuentros todos nos encontremos como cuando en su día nos dejamos. He comentado en varias ocasiones que mi blog es una manera no sólo de recordar esta experiencia que estoy viviendo, si no de acercarme y compartir de alguna manera esos cambios con la gente que tengo lejos para acercarnos un poquito más. Han pasado varias semanas desde la última vez que escribí y como os podéis imaginar muchas cosas han pasado como para poder resumirlas en 4 párrafos.
Carrera de lazos
Weekend Away – Periscopix
Las cosas en el trabajo siguen genial, hoy mismo hace 6 meses desde que empecé a currar y la verdad que cada vez me siento más afortunado pese al agobio y la carga de trabajo a la que me tengo que enfrentar cada día. No creo que encontrara palabras para explicar lo que puedo sentir, ni habiendo vivido la experiencia de Dublín podría imaginarme lo que supone trabajar de lo tuyo en otro idioma, sigo esperando que llegue ese momento en el que uno mira para atrás y se ríe pero por otro lado confío en que esta experiencia me haga más fuerte y me permita afrontar el futuro con más confianza y fuerza. Fuera de la oficina tenemos varios eventos sociales pagados por la empresa para fomentar las relaciones entre los trabajadores. Hace unas semanas tuvo lugar la excursión que organiza cada año la empresa a modo de “teambuilding”. Los ya 55 trabajadores que formamos parte de la misma fuimos de viernes a domingo, junto con nuestras parejas, a un pedazo de hotel en Guildford. La agenda estaba claramente definida desde el principio con constantes pruebas, juegos y actividades que nos mantuvieron ocupados las 24 horas del día. Nos dedicamos a comer, reír e intentar seguir el ritmo marcado por los animadores. La verdad que fue una experiencia inolvidable llena de anécdotas que lo único que hicieron fue fortalecer las relaciones entre unos y otros y para reafirmar que los deportes no son el fuerte de Bea jajaja. La pobre sufrió uno de esos momentos de “Tierra trágame”… os pongo en situación: Carrera de relevos, 8 miembros por equipo, Bea la primera en recoger el testigo. Bea parece nerviosa así que me acerco y le digo que no se preocupe, que simplemente corra lo más rápido que pueda pero tranquila, sin caerse. Está todo preparado. Suena el silbato y nuestro primer miembro hace los 50 metros a una velocidad endemoniada, Bea lo ve venir y se prepara para coger el testigo algo acojonada por el bicho que se le acerca cual búfalo en mitad de una estampida. Aún así se las apaña para coger el testigo pero empieza la carrera dubitativa, parece haber perdido el equilibrio en el segundo paso, en el cuarto parece haberlo recuperado…. pero en el sexto me di cuenta de que no… la vi caer a cámara lenta sin poder hacer nada para evitar el desastre… me temí que se quedara en el suelo convaleciente o cavando para esconderse de los 100 espectadores que podía haber en las gradas… pues nada, se levantó y siguió corriendo. Al fin y al cabo de eso se trata, de levantarse cuando uno cae 😉
                                          El camino del éxito. Altamente recomendado
Cumple con mis compis de piso
Las cosas en el piso también siguen como siempre, bueno, ahora tenemos una nueva inquilina, la hermana de Becky que se acaba de mudar a Londres y está compartiendo habitación con ella así que sí, estoy compartiendo piso con 4 tías y sí, sigo vivo, lo cual me convierte en un tío más respetado que Frank de la Jungla y Mac Gyver juntos. La relación con ellas es muy buena, nos tiramos horas hablando en la cocina y en el salón lo cual no es muy común en Londres por lo que nos cuentan el resto de compañeros. Aun así hay muchas cosas que se echan en falta, lógicamente esto no es lo mismo que vivir con tus amigos como en la etapa de Dublín, no salimos de fiesta con ellas, ni te encuentras las cosas recogidas cómo las habías dejado cuando saliste por la puerta como cuando vivía sólo en Madrid. Vivir en pareja y compartir piso con más gente también tiene sus pegas y plantearte vivir en un piso los dos solos entra en conflicto con los precios prohibitivos de Londres. El dilema de “ahorrar” versus “calidad de vida” es el día a día. Igual mudarnos todos a una casa más grande, más bonita con un baño en nuestra habitación y un jardincito puede ser una solución… de todos modos nada de eso pasará a corto plazo así que ya os mantendré informados.
Mis problemas de espalda parece que tampoco es algo que vaya a cambiar con la edad. Pese a haber dejado la piscina, el gimnasio, casi no jugar al fútbol y andar al trabajo todos los días otra tortícolis me dejó fulminado hace un mes. El poder trabajar desde casa es sin duda una ventaja pero está claro que con 29 no puedo seguir así y no tomar medidas. Tuve que ir al médico que me dio cita para un fisio (aquí las listas de espera vienen a ser como en España, hasta el 3 de Octubre nada). Así que lo hablé con uno de mis directores y me dieron la oportunidad de ir a un fisio que hay al lado de la empresa y que me está haciendo un tratamiento a gastos pagados… igual que en España vaya… Tras varias sesiones parece que iba a mejor, pero la semana pasada otra tortícolis… lo que os digo… esto empieza a ser ridículo… El fisio me recomendó volver a ir al médico y pedir cita con un traumatólogo ya que parece que es algo que él no va a poder corregir con unas pocas sesiones… en esas estoy… Me he perdido dos partidos contra Yahoo por culpa del cuello pero espero poder reaparecer pronto y sacar la magia que espero todavía llevar dentro jaja.
Tierra a la vista
Familia, salud, trabajo, amigos… son los cuatro pilares en torno a lo que gira m vida, y ya me va haciendo falta un poquito de vosotros para recargar las pilas. Las vacaciones están literalmente a la vuelta de la esquina, tengo muchas ganas de reencontrarme con todos y alimentar aspectos de mi vida que se están vaciando. A veces uno se centra demasiado en unos aspectos olvidando que el equilibrio es lo que te mantiene vivo en la batalla. A casi un mes de poder bajarme temporalmente del barco ya puedo decir “Tierra a la vista”.
                                                                ¿Quién gana la batalla?

Ese run run…

Parece que fue ayer cuando anunciaba en el blog que había conseguido trabajo de lo que consideraba podía ser una nueva vía de enfocar mi carrera profesional. Periscopix me daba la oportunidad de empezar este rol sin tener demasiada experiencia en el mundo del “ppc” y comencé un periodo de prueba de 3 meses que cumplí hace dos semanas. Os prometo que al principio pensé que no sería capaz de superarlo ni de coña. Con el paso de las semanas, muchas horas de estudio, agobios y malos ratos he ido empujando y hoy puedo decir que ¡he conseguido el objetivo!

                                               Como buen colchonero… con dos huevos…
Como siempre que consigo algo que me he propuesto a medio/largo plazo, la sensación de euforia que he estado esperando tener durante tanto tiempo no llega, encontrando a cambio una sensación de “y ahora qué” que me mata. Es cuando comparto esas buenas noticias y esos logros con los míos cuando, gracias a sus expresivas reacciones y alegrías, consigo valorar todo en su medida y me contagian ese ánimo… Es algo que me preocupa bastante porque parece que no valoro mis propios éxitos y que si no tuviera a la familia o a la novia que tengo no llegaría nunca a emocionarme por todo lo que voy consiguiendo por mi cuenta. Hace tiempo que llegué a la conclusión de que la vida está hecha para compartirla, pero de ahí a que mi estado de felicidad o satisfacción dependa de las reacciones de los míos hay un trecho.
El otro día leí en facebook como una conocida había conseguido una entrevista para un puesto de becaria en una empresa de publicidad en Londres, estaba super emocionada porque es por lo que lleva luchando desde que se vino aquí y transmitía más alegría que yo que ya he conseguido todo eso. Días más tarde me enteré de que otro amigo había tenido que volverse a España porque su madre había sufrido un accidente que la tiene en coma. Tuve una conversación por teléfono con él y me recordó la importancia de valorar las cosas en su justa medida y como sus problemas aquí se habían convertido en algo insignificante comparado con la nueva situación. Nuevamente la vida me intenta enseñar que hay que disfrutar del día a día, supongo que como toda cosa que aprendo se me olvidará en unos días.
                                                        Esos problemas de memoria…
Mis padres siempre me han dicho que yo soy mi peor enemigo. Es cierto que las críticas de los demás no hacen otra cosa que hacerme más fuerte, sin embargo, mi autocrítica me destruye… y sí…  soy muy autocrítico. Me ha pasado toda mi vida, vivo con un constante “run run” que no me deja ni dormir. Dependiendo de la etapa en la que te encuentres ese run run tiene más o menos peligro. No os voy a engañar, la mayoría de las veces ese run run está justificado, otras sin embargo es totalmente infundado y creado fruto del aburrimiento probablemente. Así es como recuerdo como en segundo de carrera me empujaba a dejar de estudiar para ponerme a trabajar en el Mercadona puesto que yo entendía que en ese momento era lo adecuado para “valorar más la vida” ¿? (gracias mamá por hacer un uso maestro de la psicología inversa para darle la vuelta a la situación)
Ese run run también se encarga de recordarme todas las cosas que no debería haber hecho pero que hice, es una forma de castigarme por mis pecados, lo cual sin embargo me parece bien, por gilipollas. Pero el run run que me jode es el que me dice todas las cosas que podría hacer aún estando haciendo otras mil “¿Por qué no vas a la piscina antes de ir a trabajar? ¿Cuándo te vas a poner a leer la biografía de Steve Jobs que te regalaron? ¿Cúando vas a aprender a montar vídeos? ¿Cuándo vas a hacer el blog de AdWords? ¿Cuando te vas a sacar el Advanced? ¿Cuándo vas a dedicar más tiempo a tu proyecto?” Tanta pregunta siempre me ha agobiado así que contesto a mi conciencia con una estrategia que me ha funcionado durante 14 años… Cuándo el Atleti gane al Real Madrid… menos probable que el típico cerdo volando…
Quien rie último rie mejor…
Todos sabéis ya lo que pasó el pasado fin de semana. Se rompió la maldición que tanto tiempo nos perserguía. Es duro pensarlo pero la última vez que vi ganar al eterno rival yo tenía 14 años… lo cual quiere decir que no conocía a practicamente niguno de mis actuales amigos madridistas…  es decir… que mis amigos se han reido toda su vida de los males colchoneros. No es de extrañar por tanto que no lo encajaran del todo bien jaja. Para que os hagáis una idea la última vez que conseguimos la victoria no existía Twitter, Tuenti o Facebook. Tampoco existía Google AdWords… en aquel entonces sería imposible imaginar por tanto a lo que me dedicaría en el futuro… acojonante… pero aún así, no había perdido la esperanza…


                                          La esperanza es lo último que se pierde…

Fui con Laura y Bea a un bar español que hay en St. Paul con las ideas claras: el Madrid nos va a meter la del pulpo y voy a ser el único colchonero del bar. Para mi sorpresa el bar resultó ser la sede de la peña del Atleti en Londres, habían habilitado una pantalla gigante en la terraza y todo el interior estaba completamente lleno de hinchas del Atleti con bufanda y cerveza en mano… subrrealista… Diría que me sentía como en casa, pero la verdad es que acostumbrado a ser el único seguidor del Atleti, ¡me sentía raro!  Estaba claro que el Real Madrid iba a ganar, lo decían los 14 años de historia, las casas de apuestas, los 400 millones de presupuesto de diferencia entre los dos equipos… Contemplaba 3 posibles guiones:
1.  El Atleti se adelanta en el marcador, despierta la furia del Real Madrid con tiempo suficiente para que nos metan 5.
2. Nos meterían un gol antes de que se cumpliera el minuto 2 y luego echarían a Godín por un penalti incomprensible y acabaríamos perdiendo de 5.
3. El Atleti haría el partido de su vida, Iker salvaría todas in extremis, nos anularían un gol totalmente legal, el Madrid tiraría una dos veces a puerta pero meterían 5, uno de ellos en propia puerta.
Dos nuevas colchoneras!
Todo parecía indicar que en esta ocasión seguiríamos el guión 2. Ronaldo adelantó al Madrid antes de los primeros 15 minutos. Creo que antes de que Ronaldo rematara de cabeza, y como si lo vieran venir,  ya tenía un toque del pricu, otro de Arquero y no sé cuantos wasaps de todos mis queridos amigos madridistas riéndose de mí y de lo patéticos que somos… Sin embargo algo me decía que podía ser diferente, quizás era el estar rodeado de tanta fe colchonera que nos tenían ambientados. Nada más empatar el partido tuve que sacar valor para devolver los toques pero sabiendo que me costaría caro tanto descaro.
Rememorando viejos tiempos
Sufrí como un perro, vi como Courtois hizo dos paradas impresionantes, como Juanfran saco una bajo palos y como el Madrid se frustraba con tres palos… el guión parecía que se había vuelto en su contra. Miranda puso el 2-1 en el marcador que nos hizo campeones y que desató la locura. Después de tanto tiempo aguantando las risas de mis amigos, era el momento de sonreir. Llamé al Pricu (principal artífice de que odie al Madrid para devolverle tantas humillaciones sufridas),  pero como buen madridista no me cogió el teléfono (no lo escucharía jaja) no insistí esperando que el karma se apiade de mi en las próximas temporadas. Recibí mensajes y felicitaciones de muchos amigos que se acordaban de mi condición colchonera aunque la mayoría de mis amigos madridistas se olvidaron de llamarme en esta ocasión… Era el momento de celebrar la victoria, de ver a Anabel que había venido de visita y de rememorar viejos tiempos.
Es curioso como el fútbol consigue hacerme disfrutar de los éxitos que no he conseguido yo personalmente, sólo espero que a partir de ahora en la vida, como en el fútbol, disfrute de los éxitos que me voy currando yo “solito”. En cuanto al run run, y cómo hombre de palabra que soy he decidido enfrentarme a él… de momento este fin de semana el run run se convertirá en ron ron… next stop… Madrid!!!

No pienses tanto y déjate llevar…igual tienes premio!

Teta y sopa…

Son mucho los intentos que he hecho para escribir en el blog en este último mes y como habéis podido comprobar he fracasado en cada uno de ellos.

Es complicado retomar las entradas en el blog después de tanto tiempo, hay mucho que contar y el hecho de resumir lo deja todo tan insulso y aburrido como la respuesta que te puede dar alguien al que no ves en años cuando le preguntas que qué tal… la respuesta es predecible “Nada tío todo bien, tú?”
Dependiendo de cómo lo mires, un mes da para mucho o para nada, en este caso, el último mes ha sido el más intenso con diferencia desde que me mudé a Inglaterra. Tras dos meses en el trabajo me comunicaron que, tras la marcha de un compañero, me iban a mover de equipo para ocupar ese sitio. Este cambo implicaba también llevar unos proyectos nuevos de la empresa que me encantaría poder explicaros pero que me temo que todavía ni yo llego a comprender. La nueva situación está consiguiendo un incremento diario en mis conocimientos directamente proporcional al aumento de mi tensión arterial, que ha llegado a estar en niveles que ni Urdangarín ante el “polígrafo” y Camacho contra “Korea” juntos.
Visita de Migue & Bego
Con interminables horas de estudio en el horizonte, vi como llegaban Migue y Bego con las maletas en lo que se ha convertido en la segunda visita oficial que hemos tenido en Londres (a ver quién sigue su ejemplo!). Aprovechamos nuestros conocimientos londinenses para enseñarles las zonas más chulas de aquí. El reencuentro fue de lo más emotivo. Vinieron a recogerme a las oficinas a las 17.30, hora a la que salgo, y no encontraron mejor sitio dónde ponerse que al lado de la ventana dónde estaba sentado. Migue acompañó esa presencia con saltos y levantamientos de brazos que no sólo llamaron mi atención sino la del resto de mis compañeros: “Sergio, ¿estás esperando a alguien? creo que ahí hay amigos tuyos…” Debía de ser ese aspecto español que tenían ya que sus gritos de “Xaaaaapiiiii” no creo que los comprendieran. Acto seguido media oficina se puso a saludarles mientras comprobaba como se iban haciendo más y más pequeños.

 

Esas veces en las que nos miramos y nos vemos más pequeños…

Quién conduce hoy?
Cortos se hicieron los dos días que estuvimos con ellos ya que Bea y yo aprovechamos uno de los días libres de Semana Santa para irnos a recorrer parte del Reino Unido. Cogimos un tren dirección a Bath y allí nos alquilamos un coche. Afortunadamente no tenían el Auris que habíamos reservado y nos tuvimos que conformar con un Golf 2000 automático. Cogimos carretera hacia Bristol y tras dejar a Alonso en la cuneta con su Ferrari de de mierda llegamos a nuestro destino. El viaje se convirtió en una pelea por ver quién era el encargado de conducir  a cada uno de los sitios marcados con una X en el mapa… mi pobre sentido de la orientación me sirvió de excusa para llevar el volante siguiendo instrucciones durante el primer día y medio, pero me dejó sin plan B para el resto del viaje. Nos alojamos en una casita rural con encanto dónde disfrutamos de los paisajes y de la tranquilidad de la que carece la capital. Nos dio tiempo a visitar Cardiff, Bristol y Bath (a cada cual más bonita). La velocidad de crucero se vio contrarrestada por la ingente cantidad de radares (los que me conocéis sabéis que no nos llevaos nada bien) y por el número de rotondas existentes.
Cardiff
Puente de Bristol
El lunes tocaba volver a la realidad, sin embargo la llegada ese mismo viernes de mi hermana evitaba que el síndrome postvacacional se apoderara de mí. Su llegada coincidió con la renovación por otro año del alquiler de la casa en la que nos encontramos. Cómo no podía ser de otra manera, mis padres le metieron algo en la maleta para el niño… y no… no era ni chorizo, ni jamón ni tampoco una botella de ron… Mis padres debieron pensar que no había nada más ilusionante que… un aparato para medir la tensión!


Los cuidados de mi hermana
Tonterías de Sandra

Con su visita, Sandra se convirtió en la primera persona que nos ha visitado a Colchester y a Londres por lo que la premiamos con la compra de un colchón doble inflable que colocamos en mi cuarto para hacer sus 10 días de estancia más llevaderos. Tocaba un fin de semana intenso para compensar mi ausencia por curro entresemana. El sábado nos recorrimos más km que todos los concursantes de Pekín Express juntos. La mañana siguiente, mientras me daba una ducha caliente para preparar el segundo día de excursión, el cuello volvió a jugarme una mala pasada: “tortícolis fulminante”. Tal cual salí de la ducha me tuve que meter en la cama y estar dos días sin poder ni asentir con la cabeza. El cabreo de no poder hacer nada con mi hermana ese día, y la tensión de tener que faltar al trabajo no creo que ayudaran a mi recuperación: dos semanas para estar de nuevo en plenas condiciones. El resto de días disfruté de su presencia, de sus tonterías y de la alegría que transmite tener a la familia y a los seres queridos cerca. Aprovechamos para hacer cosas que no haría si no estuviera ella como ir a ver el musical de “Los Miserables”  y cantarle a Bea todas las noches esas canciones de las que entendíamos 3 palabras y media. Como todo en la vida, todo tiene su final. Su marcha agravó la ya habitual crisis dominguera dejándome con esa sensación de vacío que tengo cada vez que vuelvo de España y con esa pregunta que tanto inquietó a Mou, ¿Por qué?

¡Hasta la próxima compañera!
Musical Los Miserables “I dream a dream lorololooo”
Los frenéticos días en el trabajo, las presentación de informes, las llamadas de teléfono y las visitas a clientes no me permitieron ni un respiro. Las amenazas de mi madre por Skype preguntándome por la funcionabilidad de su regalo dieron sus frutos… como si de otra clienta se tratara ahora informo de mi máxima y mi mínima con una precisión en su ejecución que ni las obras de teatro.

Impresionante actuación  de una precisión indescriptible.

Tras un par de informes negativos ya estaba mi madre mandándome al médico para controlarme la tensión y Bea metiéndome valerianas en el yoghurt cada vez que me despisto. Dos días antes de ir al médico, y para evitar que volvieran a llamarme gordo en mi puta cara, decidí inscribirme en la dieta por puntos online “Weight Watcher”. Yo no la conocía pero se ve que es famosa ahí también. Para aquellos incultos como yo, la idea consiste en transformar cada plato de comida en puntos. Dependiendo de tu peso, edad y sexo te permiten comer “x” puntos al día (además de los puntos extras semanales). Si te limitas a ese número de puntos se supone que adelgazas. Así que aquí estoy, como un gilipollas metiendo cada comida en la app del Iphone, pesando las comidas, midiendo la cantidad de proteinas, fibra, carbohidratos y grasa de cada alimento y decidiendo a qué restaurante voy en función de los puntos de cada menú. Los putos números de la dieta me dan más miedo que los números de Lost. 

En pleno proceso de dieta tuve que asistir a las oficinas de Google en Londres para recibir uno de los trainings que nos han dado para este nuevo proyecto que os comentaba. Lo primero que vimos cuando entramos en las instalaciones fue la planta que tienen como comedor, con diferentes tipos de cocinas a modo de Resort para según qué quieras comer. Puedes decantarte por las ensaladas, carnes, nudles, pescado y docenas de menús cocinados delante de ti. En la zona central puedes encontrar frutas que no sabía ni que existían y todo tipo de tartas y dulces “cheescake” “tarta de chocolate” “pastel de manzana”… la lista es infinita. De beber hay neveras con todos los tipos de zumos, batidos y coca colas ya retiradas de otros mercados. Todo gratis claro. Tuve que decantarme por unos nudles “light” y por tarta de manzana, que, como tiene manzana, no engorda.
Hay cosas que no se pueden resistir…
Tras el training, me puse un babero para no manchar la moqueta mientras nos daban un tour por las instalaciones: 6 plantas del edificio están dedicadas a Google. La última planta está formada por un gimnasio con más máquinas que el mío, con un entrenador personal, sala de aerobic y vestuarios. La Biblioteca con acceso a la terraza para disfrutar de las vistas de Londres buscan tu relajación e inspiración con espacios también para escuchar música , areas con luminosidad variable… Para aquellos que estén estresados trabajando pueden reservar hora de masaje, también gratis, no vaya a ser que no les de para final de mes. También vimos la sala de eventos con capacidad para unas 250 personas, no sé quien se atreverá a hablar ahí pero está bien tener la terraza al lado por si te da un ataque de pánico…
Días como aquel son los que hacen que me sienta un privilegiado por estar donde estoy. Lo cierto es que me motiva mucho mi trabajo, me entusiasma la posibilidad de aprender cosas nuevas cada día, de enriquecerme personal y profesionalmente. Me enorgullece poder desarrollar toda mis funciones en inglés y conocer a gente más que cualificada que encima ayuda a mi formación. Me siento lleno con todos los planes e inquietudes que me rodean y sobre todo el poder compartirlo con la persona que está a mi lado.  Al mismo tiempo siento la presión del día a día, la exigencia de los resultados, los miedos del idioma, las inseguridades y la responsabilidad de responder a las expectativas que tienen en uno. Toda esta mezcla de sensaciones explotan en algunos momentos del día y me llevan por una montaña rusa que me tienen algo mareado, algo superado. Sé que cuando menos me lo espere miraré atrás y me reiré de todo esto pero he de reconocer que a veces ni durmiendo me relajo y me empiezo a olvidar de lo que en realidad consiste todo esto, que es disfrutar del día a día, trabajar en horario de trabajo y disfrutar del tiempo libre. Dicen que no se puede tener todo, que teta y sopa no caben en la boca pero estoy seguro de que si abro bien la boca me cabrá teta y al menos algún fideillo… intentaré no atragantarme…

You´ll never walk alone

Recuerdo lo fácil que era de pequeño hacer amigos. Bastaba con coincidir con otro niño en cualquier situación (por ejemplo en la sala de espera de un centro de salud) y preguntarle directamente ¿Quieres ser mi amigo? Lo normal era un “vale” y ya empezabas a jugar… En muchos de los casos llorabas cuando el niño se tenía que ir con su madre. Maravilloso.
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También recuerdo cuando celebraba los cumpleaños en casa junto a un incontable número de amigos con juegos, pruebas y concursos que provocaban el delirio y la locura de los presentes. Los nervios se desataban cuando en la parte final del circuito cronometrado teníamos que pedir el balón a mi padre con la frase mágica “Ernesto dame la pelota de baloncesto”  (¿?) y luego fallabas a canasta provocando que perdieras la prueba ante la risa de los mocosos mellados de tus amigos con la cara llena de chocolate. Cuando ya era un poco más mayor la cosa se desmadraba, el plan pasaba a un Happy Meal en el McDonalds o un cine “loco”. Lo peor de todo era cuando llegaba el momento en el que tus padres te decían “Sergio, sólo puedes llevar a 8 amigos” (haciendo coincidir con las plazas libres de los coches). El mundo parecía que se acababa. Tengo la suerte de cumplir años en Julio, por lo que los amigos del colegio no eran seleccionables, pero la tropa de mi urbanización no era pequeña. Tenía que invitar a las 4 niñas que me gustaban, a mis súper colegas, a los que te habían invitado a sus cumpleaños, a los que tenían a las madres que te regañaban si no invitabas a sus hijos, a los que pensabas que te dejarían de hablar durante 2 semanas y a los que te despellejarían la pelota de fútbol hasta que se le saliera la cámara de aire… demasiado estrés para uno niño de 8 años… A día de hoy, 20 años después, si tuviera a mis padres en Londres la respuesta sería más sencilla “tranquilos que podemos ir en moto”
                 Inmejorable reacción de la niña cuando se entera de su verdadero regalo
Hacer amigos no es nada fácil. No entraré en el debate de lo que entiende cada uno por la palabra “amistad”, hablaré en términos generales. El caso es que si tengo 28 años y quito los primeros 10 de mi vida en los que no me acuerdo de casi nada, me quedan 18. De esos 18 años, los últimos 6, es decir, un tercio de mi vida con memoria, los he pasado fuera de Málaga… pues aun así, sigo considerando que el 90% de mis amigos están allí y eso es raro. He conocido mucha gente en Dublín, en Madrid en Colchester y aquí pero son muchos los que se quedan en el punto de colegas con los que al final acabas perdiendo el contacto con el tiempo …el caso es que la cifra de amigos aunque haya crecido un poco se queda en un número bastante triste teniendo en cuenta que me considero una persona bastante sociable.
                              Una de las mejores campañas que he visto. Carlsberg : Friends´ Test
Cuando estás fuera inevitablemente el contacto con tus amigos se va enfriando. Skype, Facebook  y Whatsapp nos ponen las cosas más fáciles pero aun así no es lo mismo. Al principio culpaba a la distancia, luego me di cuenta de que es ley de vida, no hace falta más que ver la relación de mis propios amigos entre ellos mismos. La situación es clara. Una persona normal tarda una hora y media mínimo en ir y volver al trabajo, trabaja 9 horas (con la comida – sin sumar horas extras) y ha de dormir unas 7. Si es medio ordenada tendrá que dedicar al menos hora y media al día a la higiene + tareas del hogar en modo chapuza (ducha, cocinar, lavadoras…). Nos quedan 4-5 horas al día en las que tu cuerpo te pide descansar del duro día de trabajo,  hacer algo de deporte,  preparar la ropa del día siguiente, ver un poco la tele o hablar con tu familia y por último, si te queda tiempo y ganas, poner tu mejor sonrisa para salir al mundo exterior y conocer a gente con la que si llegas a congeniar  no vas a poder casi volver a ver porque está demostrado que no tienes tiempo…
Conociendo gente por Internet
Aun así, quieres conocer gente y tener amigos. Para conocer gente tienes varias opciones, o te apuntas a una página de contactos online en la que en tu primera cita y cómo te despistes al decir “hola qué tal” te encuentras con medio cipote en la boca, o bien puedes quedar con el compañero petao del gimnasio que siempre te sonríe mientras se mira en el espejo y que tiene más vena que brazo, si tienes suerte podrás sacarle del tema de “la creatina y las proteínas en verdad no son malas si haces descansos cada tres meses”.
Descartadas ambas opciones y habiendo comprobado también que el mundo de la noche ya no es tu rollo, si quieres tener gente nueva a la que poder agregar a Tuenti te queda relacionarte con la gente del trabajo. Si trabajas en una empresa pequeña estás jodido. Si eres funcionario y el carácter de tus compañeros es como la cara de asco que tienen cuando te atienden por la ventanilla estás jodido. Si lo que buscas es novia con eso de “donde tengas la olla no metas la polla” estás jodido. Si trabajas en una empresa muy grande igual tienes suerte de que se acuerden de tu nombre cuando lleves 5 años así que estás jodido. Creo que lo mejor es buscar una empresa mediana, lo cual tampoco te asegura que su gente sea agradable, pero puede ser un buen comienzo… y en esas estoy, conociendo a mis compañeros de trabajo e intentando congeniar con ellos.
Campo de cesped artificial
Gran Equipo!
La semana pasada participamos en el torneo de fútbol sala organizado por Google en Wembley. El ambiente era espectacular, con 16 agencias de Ad Words como la nuestra, compitiendo en campos de césped artificial con dimensiones algo más pequeñas que las de un campo de fútbol sala normal pero en las que podías jugar con las paredes y todo estaba cerrado con cuerdas para que la bola no saliera. Conseguimos pasar la fase de grupos ganando dos de los 3 partidos y caímos eliminados en cuartos de final con un gol en el último minuto que supuso el 2-1 en el marcador. Tras el torneo, Google se encargaba de pagar la barra libre así que me tuve que beber 3 pintas de cerveza y unos cacahuetes para quedarme allí haciendo “networking”. No me acuerdo del nombre de nadie de los que conocí pero a la mañana siguiente sí que me acordé de las cervezas… En definitiva, una nueva experiencia y acercamientos con los compañeros.
“Claudia” con Walter
Cervecitas en la oficina
Poco a poco me voy soltando y hablando más con ellos. Ayer tuvimos una fiesta sorpresa de disfraces que le hicimos a una que se casa en verano. Aprovechamos para grabar un “Harlem Shake” que publicaré en cuanto esté editado para participar en el concurso organizado por Yahoo – también entre las agencias de Londres. La fiesta estuvo de lujo ,con disfraces a cada cual más currado y más divertido. Me convencieron, bueno mejor dicho convencieron a “Claudia” (mi nombre de niña “ochentera”)  para darle un toque con un poquito de maquillaje.  Cerramos la noche en un pub cerca de St. Paul y provocamos su ruina haciendo un uso abusivo de la happy hour hasta el último segundo … “Sex on the beach” “Piña colada” todo valía. Provocamos la admiración y las fotos de todos los borrachos de la sala. Disfruté como un enano, la exaltación de la amistad y el ambiente provocó situaciones diferentes a las de un día normal en la oficina que hacen que vayas uniendo lazos con la gente. Sé que cuando me lea mi madre me regañará, pero el alcohol es importante para acercarte a la gente y desinhibirte a la hora de hablar y acercarte a tus compis, y más en inglés. Tenemos otras fiestas a la vista, sin duda la más importante es el fin de semana de Junio en el que toda la oficina, con sus parejas, nos vamos a una casa rural… ¡Qué ganas!
Con Becky
Batman y Robin
Seguiré con mi plan de acercamiento social pero si os soy sincero, no me sorprende tanto que sea “tan complicado” hacer amistades teniendo en cuenta cómo ha cambiado la forma de sociabilizarnos en los últimos años. Una sociedad que no sabe ni como se llaman sus vecinos, en la que cuesta escuchar un “gracias” cuando te abren la puerta del supermercado, ayudar a alguien que se encuentra en problemas o simplemente que no escucha lo que dice su propia madre en la comida porque está contestando los 200 wasaps del grupo “Hoy lo damos todo”… supongo que no es una sociedad que esté igual de educada ni predispuesta a relacionarse y más teniendo en cuenta que ya puede que consideren que ya tienen a su grupo de gente con quien hacerlo.
Me preocupa (y yo me incluyo) el número  de personas que caminan solas y cabizbajas con su Smartphone en la mano sin prestar atención al resto de la gente o a todo lo que le rodea. Sin darnos cuenta nos vamos alejando de la gente que tenemos cerca mientras buscamos acercarnos a lo que tenemos lejos. Soy de los que tienen claro que la familia siempre estará ahí pese a la distancia pero me preocupa que ese “You´ll never walk alone” sea ya mentira.

You´ll never walk alone. Tu familia estará siempre ahí. (Must watch)

Periscopix: Stay hungry, stay foolish

Fue una tarde de domingo diferente. Recuperaba la ilusión por aprovechar el día antes de empezar a trabajar, disfrutaba del partido del domingo.  Volvían esos nervios, ese gusanillo en el estómago mientras, miraba el reloj con miedo mientras veía ”Salvados” antes de acostarme. Volvía a desvelarme. Volvía a sentirme vivo.
Como era de esperar no pude conciliar el sueño, necesitaba que llegara ya la hora de levantarme y pasar el mal trago de lo que supone en general el primer día de algo nuevo y concretamente el primer día de trabajo. Como no puedes dormir, te pones a pensar en cómo has llegado hasta ahí y sigo sin comprender cómo he podido entrar en esta empresas. Las dudas de si me echarían el primer día me asaltaban.

Impossible is Nothing. Canción hecha sólo con la boca y la voz
¡¡ No dejar de ver lo que viene en el minuto 3:18!!

Me desperté sin necesidad de esperar la función del despertador. Eran las 9.30 cuando disfrutaba de la vista del London Bridge camino de la oficina. La política de la empresa, rollo Google, me permitía ir en vaqueros, camiseta y tenis, hecho que agradeceré eternamente y que me permite ahorrarme en ropa lo más grande.  Trataba de respirar hondo para tranquilizarme, sabiendo que eso no iba a suceder, al menos quería aparentar no estar nervioso de cara a los demás. Mi madre con un bonito mensaje se encargó de estar presente y tranquilizarme en ese momento (cómo son las madres, siempre están ahí cuando las necesitas).
Entrada de la empresa. La segunda fila es la mía
Esperé a la 9.55 para entrar en la oficina, había llegado el momento que tanto llevaba esperando.  Me recibió la Team Leader de mi equipo que me fue presentando a cada uno de los 44 miembros de la empresa. La oficina es bastante grande, un espacio diáfano, con 4 cuartos de baño a la izquierda y una ducha para que la gente que quiera ir en bici a trabajar pueda ducharse. Cuenta con una cocina totalmente equipada (lavavajillas, neveras, despensa, cafetera, tostadora…) y los lunes llega la compra semanal para que te sirvas y hagas los desayunos gratis todas las mañanas (pan, mantequilla, cereales, leche…). Hay tres salas de reuniones de diferentes tamaños, un sillón de masajes y una sala con “pufs” más casual. Pese a haberse mudado aquí el año pasado, me comentan que he ocupado el último escritorio disponible, estando en negociaciones para conseguir la planta de arriba.
La cocina con la pecera de fondo
Vista general de los escritorios
Sala de Reuniones a la izquierda. Sillón masaje a la derecha.
Tras la ruta por la oficina me invitaron a sentarme en mi mesa donde descubrí que tenía dos ordenadores para mí: una super pantalla y un portátil, así como una de las sillas más cómodas que jamás he probado. No puedo explicar las sensaciones que me recorrían en ese momento… sólo podía sonreir mientras miraba a la pantalla… De entrada ya tenía un e-mail de bienvenida que incluía la agenda de lo que será mi próximo mes: dos o tres trainings cada día de unas dos horas cada uno dada por los directores o team leaders de la empresa sobre todos los aspectos de AdWords, desde lo más general a lo más específico. Tras los trainings tendría que hacer ejercicios a entregar para comprobar que he entendido la materia.
Según la agenda, me tocaba desayunar con el el director,  me llevó a una cafetería cercana, me dio el manual de bienvenida y me explicó la historia de la empresa y los entresijos de la misma que me dejaron totalmente enamorado; vacaciones, pensiones, aportaciones no dinerarias… Para finales de este año la empresa se convertirá en la agencia PPC más grande en cuanto a número de personas certificadas de Reino Unido. Con ex-googlers,  gente de Cambridge, Oxford , Yahoo…y ¿yo?… El horario es de 9 a 17.30 donde a las 17.35 tienes que estar fuera porque si no consideran que no eres lo suficientemente productivo. ¡Ya era hora de acabar con los calentasillas de los cojones!
A las 12 volvimos del desayuno, tenía media hora para leerme los apuntes para el primer training que tenía después de comer. Por ser el primer día nos fuimos a comer todo “mi equipo” a una pizzería que habían reservado. La comida, aunque nervioso, fue entretenida. Tuve la oportunidad de hablar con otro chaval enamorado del fútbol que ya me propuso unirme a los partidos de fútbol sala de los martes… ¡qué sería de mí sin el fútbol!
Tras la comida, era hora del training. Un experto en AdWords para mí y otro chaval, dándonos la charla. Debió pensar que soy gilipollas porque no se me quitó la sonrisa de la cara. Debe ser que no estoy acostumbrado a este tipo de empresas pero me sentía como el cateto de pueblo que iba por primera vez a la ciudad. Saber que me pagan por algo por lo que yo pagaría se me hacía raro.
Ventana emergente en mi escritorio por la cara!
Volví a sentarme en mi ordenador y ya tenía 15 mails. ¿Quién coño me va a escribir? Nada, la organización del partido de fútbol ya estaba en marcha…no daba a basto… Me puse a estudiar lo que acababa de ver en el training cuando me saltó una ventana emergente… ¿qué coño he tocado? Nada…es el chat interno de la empresa, la gente dándome la bienvenida. Para cuando volví a mirar la pantalla, tenía una ventana abierta con fotos de gatos… por la cara… ahora sí que la he cagado… esta versión de Windows me va a volver loco… Acto seguido, otra ventana del chat “jajaja, te gustan los gatos? Para que veas lo que se puede hacer desde el chat…” Ya me estaban manipulando el ordenador y quedándose conmigo… De repente otra ventana “Tienes que ser bueno al fútbol, a ver qué haces mañana…”. Empezaba a sentirme parte del equipo.
El resto del día lo pasé aprendiendo el software interno de la empresa, viendo cómo se solicitan las vacaciones, en qué consiste el fin de semana te teambuilding que organizan una vez al año, como se solicitan las citas con el médico, e incluso los perfiles que tienen colgados cada uno en la intranet. Mientras, escuchaba a todos como respondían las llamadas de los clientes en un inglés… nativo… intentaba imaginar cómo respondería yo y no me salían las palabras, hasta me entraba dolor de barriga de pensarlo. Se acercaba el final de un día intenso. Me dieron mi llave para guardar el pórtatil en mi caja fuerte y la llave para poder entrar en la oficina mañana y a las 17.30 me invitaron a salir de la oficina educadamente.
Vuelta a casa
Salí de allí como si de un sueño se tratara aunque agobiado. Paseé hasta el metro disfrutando de las vistas mientras hablaba con Bea para compartir la experiencia. Sé que lo que se me avecina no va a ser sencillo. Muchos trainings en inglés, muchos trabajos que hacer y mucha responsabilidad para poder superar estos tres meses de prueba. Todo un reto por delante al que me muero de ganas de enfrentarme.
Es complicado averiguar en esta vida lo que uno quiere hacer. Recuerdo que yo iba para pediatra cuando hacía el bachiller de ciencias con 17 añitos. Lamentablemente estamos en un mundo donde la inflación ha llegado hasta a la educación, en el que  ya no vale con tener carreras, másters, idiomas… Ahora ya puede que te exijan un doctorado. Cuando lo tengas te pedirán 5 años de experiencia, no importa que tengas 25 y todos los títulos del mundo, después ya veremos que se inventan, en esas estamos… todo por 1.000€ que estamos en crisis.
Esta noche, desvelado, me venían a la menta las palabras de Steve Jobs en su conferencia de la Universidad de Standford cuando decía que en ese momento (y no antes), era capaz de mirar atrás y ver los puntos que unían y trazaban lo que había ido haciendo hasta conseguir lo que consiguió, sin saber lógicamente en ese momento el por qué.
Esos dichosos títulos
Stay Hungry. Stay Foolish.

Salvando las distancias, e intentando hacer siempre lo que me ha gustado, por fin puedo decir que he encontrado a lo que me quiero dedicar, voy uniendo los puntos y aunque LADE me pareciera una mierda, los másters un robo y que la carrera de Investigación y Técnicas de Mercado sobraba, han sido la llave que me ha permitido abrir esta puerta. Los problemas entre la UOC y CocaCola con los papeles de las prácticas, me llevaron a Johnson, y Johnson a CofreVIP, donde conseguí dos años y medio de experiencia en departamentos comerciales  que eran lo que exigían para entrar aquí. El año en Dublín y el año en Colchester me dieron el conocimiento del idioma, las prácticas gratuitas en el Colchester Institute me han dado la carta de recomendación de una empresa inglesa que me pedían para entrar. Por último, mi curiosidad sobre AdWords me llevó a estudiar y a prepararme tres exámenes que, según el programa que tengo,  es lo que me piden conseguir en los próximos 12 meses en la empresa.

No sé lo que durará este sueño, sólo sé que he salido del desempleo, que ha salido el sol. Es probable que ni supere el periodo de prueba, pero de momento seguiré la técnica de Simeone de ir partido a partido y el consejo de Steve Jobs: “Stay hungry, stay foolish”

Sale el sol en la oficina del desempleo…