No os voy a mentir. He vivido lo del Brexit muy de cerca, pero con la misma relajación con la que vi el España vs Croacia, pensando que al final ganaríamos pese al estar la cosa igualada. Estaba seguro de que nos quedábamos. Y digo nos, porque me considero ya uno más, aunque llevo dos días en los que me veo más fuera que dentro.
Llevo semanas siguiendo el valor de la libra, pero ya había bajado demasiado como para arriesgarme a hacer una transferencia con la que pagar parte de la boda. Lo volví a mirar la noche antes de los resultados, recuperaba con fuerza, buena señal, pensé. Amanecí mucho antes de que sonara el despertador, y tuve que actualizar la BBC en el móvil varias veces para creerme lo que estaba viendo. “Estos británicos son gilipollas”, me salió en voz alta. Desperté a Bea, que, acostumbrada a mis bromas y tonterías, no me creía.
Me metí en Facebook, un muro de lamentaciones. Amigos ingleses que se preguntaban como podían haberse hecho eso a ellos mismos. No conozco a nadie que haya votado por el “leave”.
Me vestí pensando en todas las consecuencias, con el paso de los minutos la incredulidad se iba transformando en dudas, las dudas en rabia, y la rabia en ira. Me monté en el tren, todos teníamos una copia del periódico Metro. Aquí la gente siempre va muy callada en el tren, pero lo del viernes fue un silencio absoluto, sólo se escuchaba el paso de página de periódico. Fue la primera vez en la que sentí estar viviendo un momento político histórico de cerca. Curiosamente, fue también la primera vez desde que vivo aquí en la que me sentí observado. ¿Será así como se sienten los expatriados? Desde luego, yo no hasta ese momento. No era muy consciente de vivir en una burbuja llamada Londres. Muchos de vosotros me empezasteis a escribir por Whatsapp, ¿eso cómo os afecta? ¿Qué tal el ambiente por allí? Mi familia estuvo muy cerca, intentando resolver mis propias dudas. Me sentía solo pero acompañado.
Llegué al trabajo, todos mis compañeros estaban consternados. Me preparé el desayuno, encendí mi ordenador, y se me acercaron varios compañeros ingleses: “Lo siento” me decían. “Siento vergüenza de ser inglés” añadía otro. Era como si yo hubiera perdido las elecciones. Pasadas las 9.00 todos seguíamos leyendo las noticias, la dimisión de Cameron, las rajadas de Nigel Farage, líder del UKIP (UK Independence Party), donde reconoce que una de las principales promesas de su campaña, es un error… (Ojito con las promesas que luego no se cumplen…)
Nos juntamos unos pocos europeos a discutir lo sucedido. Unos más afectados que otros. Hablamos de solicitud de residencia. De la doble nacionalidad. De posibles efectos dominó. Seguíamos de cerca la caída de la libra. “¿Y si nos pasamos la mitad de los ahorros ahora pese a estar en su mínimo desde 1985? va a seguir bajando?” “Los mercados están aprovechando la situación, en momentos de volatilidad tan altos mejor no mover ficha”. Jaja, me sentí como el lobo de wall street por unos minutos.
La reacción de muchos de nuestros clientes no tardó en notarse. Fue un día de locos con cambios de creatividades que reflejaran lo sucedido para sacar provecho de cambios de divisas, de transferencias internacionales… No dábamos a basto.
El director de Periscopix mandó un email para no sólo mostrar sus impresiones, sino también para tranquilizar a los muchos europeos que trabajamos ahí “pase lo que pase, seguiremos apostando por vosotros”. Los Americanos que han comprador Periscopix, aclaraban que esto no cambiaba los planes de expansión en Europa, aunque quizás si lo ralentizaban. Es muy pronto para dar respuestas.
En el gimnasio no había música motivante de fondo, sino las noticias. La tienda donde me compro el lunch todos los días, también de europeos, compartía conmigo su preocupación. La hora de las cervezas en el trabajo, no se llevo a cabo como en otras ocasiones. Es como si hubiera un luto no oficial. Estaba con la misma gente de todos los días, pero todo era diferente. Dieron las 17.30, y lo único que me apetecía era ir a casa y desconectar. No lo conseguí, seguí leyendo periódicos, viendo videos de reacciones de entendidos economistas, empresarios y periodistas. No pensé que todo esto me pudiera afectar tanto.
Hoy amanecí, y todo sigue parecer descolocado. Sigo reflexionando bajo la lluvia de Junio, casi sin ser consciente de que mañana es mi país el que toma una decisión igual de importante. ¿Mis reflexiones? Si te interesan puedes seguir leyendo.
Como extranjero, acepto y respeto los resultados de un referéndum que ha tenido una participación histórica del 73%. Lamentablemente hay muchas cosas que no comparto y otras que me enfadan. Pero como dice mi compi de piso, Luisito Ochoa, ajo y agua.
Me sorprende que en una votación de tal calibre, se de por bueno un resultado con menos de un 2% de diferencia. ¡Hasta para los exámenes medianamente serios hoy en día te piden más de un 5!
Me indigna que ante una decisión que va afectar a tantas generaciones no se consulte a chavales de 16 o 17 años, con edad suficiente como para conducir en UK por ejemplo. Viendo los resultados por edades, igual estaríamos hablando de otra cosa. Me asombra ver como gente que, lamentablemente no va a poder “disfrutar” de los resultados que esperan conseguir, decidan la vida de los que no pudieron votar.
Me irrita la falta de profesionalidad de los medios a la hora de informar y formar a la población. Yo trabajo con datos, y entiendo que hay tantas formas de interpretar los datos como intérpretes. Pero en realidad, los hechos son los hechos. Que cada uno los interprete como quiera, pero que la gente no compare peras con manzanas. Hay gente que ha votado sin información, o peor todavía, con información equivocada: Exportaciones, importaciones, lo que se recauda con tasas que pagan emigrantes, lo que se gasta en benefits que piden los extranjeros, alquileres, empleos que se generan, riqueza cultural, etc.
Me enfada ver muchas entrevistas a gente que ha votado por salir, pero que en tan sólo 24 horas ya se han arrepentido de su voto por no entender las consecuencias del referéndum. Me aterra comprobar como muchísima gente todavía se preguntaba el significado de la Union Europea o Brexit una vez las urnas ya estaban cerradas como publica este artículo. Yo creo en la democracia pero ¿De verdad se puede dar a la gente el poder de votar sobre algo tan importante? Desde mi punto de vista hay muy poca gente lo suficientemente cualificada como para poder tener en cuenta su opinión al respecto. ¿Cuál es el papel de los políticos, analistas y expertos en el tema entonces? Me parece una falta de responsabilidad la convocatoria de dicho referéndum por parte de Cameron. Ahora sólo cabe esperar solicitud de otros referéndums del resto de países, para hacer la gracia completa.
Sólo el tiempo dará respuestas a tanta pregunta e incertidumbre. No cabe duda que lo que ha pasado hace dos días afectará nuestro futuro, y aunque mi tiempo en Reino Unido esté ya casi agotado, puede cerrarse una puerta de vuelta que me aportaba tranquilidad. Si miro hacia adelante, veo otras elecciones que van a determinar la situación de mi país. Un país donde ya decidimos lo que queríamos hace unos meses pero en el que los políticos no han sabido ponerse de acuerdo. ¿Total, por qué van a hacer su trabajo si pueden hacernos decidir por ellos? Hay que ser muy incompetente y tenerlos muy gordos para llevarnos donde nos han llevado, pero hay que tenerlos todavía más para ponerse delante de una cámara y decirnos a la cara que no se van a reunir por X, que no pueden pactar por Y o que ahora tenemos que volver a votar por Z.
Viendo como está la cosa parece estar claro lo que va a pasar, y no me gusta un pelo. Pero como leí el otro día “El mismo agua que endurece un huevo, hablanda una patata. No son las circunstancias las que importan, sino de qué estás hecho”. Y en eso amigos, parto con ventaja. He superado la derrota de dos Champions League. Una en la prórroga y la otra en los penalties. Yo, estoy hecho del Atleti. Yo seguiré luchando. #nuncadejesdecreer
No puedo compartir más todas y cada una de tus reflexiones!! Entristecida estoy, la verdad…pero como bien acabas diciendo…siempre luchadores y optimistas! Un beso enorme primito!
Hola Sergio,
Yo estoy a favor del referéndum, pero pienso que se tiene que hacer una campaña realista y seria. Como dices, parece ser que mucha de la gente no estaba informada de las consecuencias de dejar la UE, y alguno de los principales argumentos del partido que apoyaba salir ahora dice que no se pueden garantizar… Es de coña.
Quizás en cuestiones como estas no es tan fácil como responder si o no. Quizás habría que hacer un cuestionario más complejo de varias respuestas que detrás estén vinculadas a una de las posiciones…
Un abrazo y ánimo!
javi
Conste que no estoy en contra de que se haya celebrado el referendum. En democracia hay que preguntar a la gente qué es lo que quiere, sobre todo en decisiones como la del Brexit. Preguntar a la gente no es problema siempre que la gente sepa qué se le pregunta, y es que la educación política y económica de la gran mayoría de la gente es muy pobre, lamentablemente. Esto quizà esté hasta programado, quién sabe. En tal situación, y en mi opinión, no se puede aceptar menos de un 40-60 o 2/3 para dar por vàlida la decisión. Así se mitiga el hecho conocido de la falta de información de muchos votantes. Eso, o colocas un par de preguntas de control sobre el propósito y funcionamiento de la Unión Europea. Sinceramente, no encuentro justo del todo que aquellos que no conocen las consecuencias de su voto lo ejerzan en absoluto. Y no estoy del todo cómodo con mi propio pensamiento, porque es en esencia antidemocràtico.