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Otra vez ando por aquí, sobrevivimos a la guerra de la cocina, ya sabéis eso de bicho malo nunca muere!
Poco a poco empiezo a encontrarme más a gusto en tierras inglesas, dicen que por allí está lloviendo más que aquí, no me suena el despertador a las 7.30 para ir a trabajar y convivir con gente en la misma casa me da la vida.
Los fines de semana siempre hay planes de fiesta, el viernes pasado salimos por Colchester ya que Nikki trabajaba de camarera en un pub-bar así que aprovechamos para reunirnos con ella y tirarnos un par de horas en la barra tomando rones a 3libras mientras hacíamos tiempo para que llegar a su hora de salir y seguir la fiesta en otro lado. El dueño, un chaval muy majo, nos invitó a una “no se qué bomb” a modo de bienvenida y tuvimos que brindar por él. El bar estaba lleno por un grupo de la oficina que hay al lado, al ser “pay weekend” lo celebran bebiendo nada más salir del curro, eso sí, en el momento en el que a uno se le ocurre gritar el nombre de otro bar en voz alta todos lo siguen como borregos y se te acabó el negocio, hora de cerrar… así fue como empezó nuestro tour por Colchester cerrando pubs muy ingleses todos con su música en directo y sus terrazas donde ni se pasa frío ni ná.
                            Música en directo: El chaval sin camiseta no tiene desperdicio
La noche estuvo llena de anécdotas:
Los tres mosqueteros en Vbar
     – Se juntó por la cara un sudafricano con nosotros (blanco por cierto, los hacía todos negros) así que le dije que no me creía que fuera sudafricano y como hablaba bien inglés le llamé americano, con dos cojones jaja.

        – Lo mejor de todo fue como se intentaron ligar a Bea delante de mi. Estábamos en una mesa en la terraza del último pub a eso de las 3.30 de la mañana hablando entre nosotros y con los últimos supervivientes de allí. Fue entonces cuando uno de ellos, un hombre de unos 54 años (pero con aspecto de 75) se armó de valor, de orgullo o de no sé que y empezó a decirle cosas a Bea que ninguno entendíamos por su estado de embriaguez… yo muy educado le pregunté que si podía repetir y me contestó también muy educadamente que no estaba hablando conmigo, que estaba hablando con la “lady”…jajajajajajajaja, me dio un ataque de risa que le tuve que pedir perdón y dejarle hablar sin entrometerme, que mala educación la mía!!
– A Nikki le paró una chavala en la cola del baño para decirle que era espectacularmente guapa así que le calló tan bien que se hizo su amiga. Bailando ya con nosotros en la pista a la chavala le entraría calor y decidió quitarse ahí mismo los leggins que llevaba, el hecho de que se le viera medio culo no provocó ninguna reacción a nadie del bar, ¿qué habría pasado en España? Hasta la gente en bici se habría acercado a ella para aparcar…
Menos carril bici y más “aparcabicis”
Así fue como llegó el lunes, día en el que habíamos quedado con la antigua familia de Bea para cenar (a las 18.30). Coincidía que era Halloween así que pude ver por primera vez en mi vida como los niños disfrazados con sus padres detrás llamaban puerta por puerta diciendo “treat or trick” a cambio de caramelos, siempre había querido vivirlo!!estos americanos me lo han metido en      la cabeza lo reconozco… La comida fue espectacular y ellos super agradables así que ya estoy deseando que nos inviten a otra cenita…

Niños pidiéndonos
caramelos
El postre…
Los días entre semana se pasan muy rápido entre las horas de estudio por la mañana, las horas de tele y…el gimnasio!!! Shiiiiii, por fin he encontrado un gimnasio no muy lejos de casa (5 min en bici, 10 si eres Bea). La verdad es que está de puta madre (con su test médico y todo) y me permite moverme algo y tener la excusa para salir de casa y despejarme todos los días además espero poder conocer gente. De momento he conseguido tres cosas con el gym: 1. Que el tío que me hizo las pruebas comprobara que es imposible tener menos elasticidad que yo (creo que me dijo que mis músculos eran más cortos que un gnomo agachando cagando sin gorro) 2. Tener agujetas en músculos que ni si quiera he ejercitado y 3. Hacerme un “amigo” el caso es que se me ha acercado un tío para preguntarme si estaba usando las pesas que tenía en el suelo, a lo cual he contestado que sí… pero entonces las ha cogido y se las ha llevado…con lo cual deduzco que o bien me ha preguntado si había terminado o bien buscaba pelea con esa vacile… quiero pensar que es más bien la primera opción porque siendo un tío de 2×2* la pelea no la iba a encontrar, así que mientras se iba con mis pesas quedé de guay diciéndole “thanks dude” como si me hubiera hecho un favor recogiendo las pesas del suelo ñaaaaaa.
*No os cuadrará que siendo un tío de 2×2 necesite mis pesas… pero he de aclarar que mientras yo retomaba mis 26 kilitos en pecho para ir recuperando peso, él hacía bíceps tan tranquilo…

Mi nuevo gimnasio-ONG ?

Mientras tanto las labores de la casa siguen su curso. A pesar de haber declarado el final de la guerra en la cocina hace ya unos días hoy nos ha atacado un nuevo enemigo con el que no contábamos, la “secadora”  así que nos hemos aliado contra él ¿por qué? Porque pensábamos que era uno de los nuestros y no!! Estaba ahí tan callada, tranquila con la mirada de no haber roto un plato en su vida… así que decidí poner la ropa de la lavadora en la “secadora” esperando que cumpliera la función que indica su nombre “secar”. Después de dos horas me di cuenta de que la “secadora” no es más que el mote que se puso para llamar mi atención y que “encogedora” es su nombre real porque, además de no secar, me ha convertido mis calzoncillos en “culots”, mis camisetas largas en cortas y mi toalla en “toalla pal culo”, gracias y que te follen!!
Mi “encogedora-secadora” con los restos
de ropa por si quedaban dudas…

                                                 A la secadoraaaaa me la tirooo