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Y fue entonces cuando me enfundé los zapatos, me agaché para atármelos despacio, como queriendo ganar tiempo, pero con fuerza, como si estuviera seguro de mi mismo, cuando me di cuenta de que empezaba un nuevo camino, una nueva etapa. Es entonces cuando desperté: cinco años después, llegó el momento de ir a trabajar para Google.

Todo sucedió muy rápido. Tras varios meses pensando cual sería la mejor manera y el mejor momento de volver a España, le pregunté a mi jefa las opciones con Periscopix: Barcelona o trabajar desde casa. Ni mucho menos malas opciones, pero es sólo cuando te enfrentas a la realidad cuando te das cuenta de lo que realmente quieres. Barcelona está lejos de mi gente, motivo principal por el que quiero volver, entre eso y Londres, me quedo con Londres. Trabajar desde casa no es algo que me vaya a llenar a largo plazo, y Málaga no va dar a Bea las oportunidades laborales que merece, salvo que las creemos nosotros. Tiene que ser Madrid. Así fue cuando me di cuenta de que Periscopix no era, a día de hoy, la mejor manera para volver a mi país.

Dejar Periscopix no fue nada fácil. Me han dado todo durante tres años y medio: una oportunidad en un mercado en el que no tenía experiencia, formación, gente a la que considero ahora amigos y muchos buenos momentos. Periscopix me ha cambiado la percepción de lo que es un negocio, o de lo que debería ser. Un sitio con directores que se preocupan por su gente, gente inteligente sin una pizca de arrogancia que comparte su conocimiento con una sonrisa en la cara, un ambiente donde se valora el trabajo bien hecho, donde se crece internamente y donde se permiten el lujo de echar a clientes que no tratan bien al personal de la agencia. Un sitio donde te permiten disfrutar del trabajo y de tu vida personal. Siempre les estaré agradecidos.

well miss you

I will miss you too!

Cuando le dije a mi jefa la situación personal en la que me encontraba y lo que pasaba por mi cabeza, me sugirió que hablara con nuestro contacto en Google para ver si había algún puesto en Madrid, y eso hice. Una pena que no lo hubiera hecho dos meses antes: para cuando pregunté, el puesto que había para Madrid por el que podría haber optado, ya estaba cubierto. Había sin embargo, otro puesto en Londres,  que estaba disponible, y por el que finalmente, y tras mucho pensar, decidí coger. La salida fue dura a nivel personal, por todo lo que supone dejar algo que quieres, pero la adecuada a nivel profesional sabiendo cuales son mis objetivos. Es como cuando lo dejas con tu pareja, a la que quieres, pero que sabes no te puede dar lo que necesitas para ser 100% feliz a largo plazo, es siempre más fácil dejarlo cuando te hacen una putada…

Muchos de vosotros sabéis, que Google fue el objetivo que me marqué hace 5 años, cuando salí de Madrid rumbo a Reino Unido, por aquel entonces sólo había llevado una campaña de AdWords para CofreVIP. No demasiado realista, pensaba, pero oye ¿por qué no?, me autorespondía. Think big. Recuerdo hablar con un amigo que por aquel entonces trabajaba en Google, y preguntarle, entre cervezas ¿qué tengo que hacer para trabajar ahí? “Aprende inglés, consigue dos años de experiencia en una agencia, sé bueno en lo tuyo y prueba suerte”. Pfff, no la respuesta que quería escuchar, muchos años de por medio para algo que quería a mucho más corto plazo. Tenía más ejemplos de gente, como Javi Aranda, que se fue a Reino Unido sin hablar una papa de inglés y acabó en Yahoo! , ¿por qué el sí y yo no?, esa competencia sana es a veces el empujoncito que necesitas para retarte a ti mismo.

think big

Think Big

Como todo en la vida, los objetivos van cambiando por el camino, y cuando descubrí Periscopix se me quitaron las ganas de probar en Google, ¿Para qué, si era feliz ahí? Pero bueno, llevamos ya 5 años en Reino Unido y la verdad es que empezamos a echar España demasiado de menos. Cosa que seguramente cambie en cuanto volvamos, porque siempre que me he cambiado de país me ha pasado lo mismo. Pero bueno, esta vez hay otros planes personales, y una persona especial a mi lado. Google puede ser la vía para volver, o abrir nuevas puertas.

Celebrando las buenas nuevas

Celebrando las buenas nuevas

El contrato con Google es de 8 meses, después de los cuales me quedo a priori sin trabajo. Estoy trabajando con equipos de toda Europa: Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Holanda, Austria, Suiza… y lo más importante, España. Uno de los proyectos consiste en trabajar con el equipo de Madrid de cerca, con el que espero congeniar y si hay alguna oportunidad en 8 meses, estar ahí… Ya no sólo hablo de Google, sino de agencias que trabajan con Google. No hay promesas, puede que no sea ni muy realista a día de hoy, pero hay esperanzas: suficiente para mi como para arriesgar…

Escribo este post, para obligarme a pensar cómo me siento. Tras dos semanas en Google puedo decir que me siento orgulloso, contento e ilusionado. Pero al mismo tiempo estoy descolocado, triste y nervioso. Orgulloso de haber conseguido objetivos que en su día no consideraba del todo realistas, contento por la oportunidad de demostrar de lo que soy capaz en lo que considero la empresa más importante dentro del marketing digital e ilusionado, por lo que esto puede suponer en unos meses. Por otro lado, estoy descolocado por la cantidad de cosas que todavía tengo que aprender y los retos fuera de mi zona de confort a los que me estoy enfrentando, triste por dejar algo que me hizo feliz durante mucho tiempo y nervioso por no saber lo que va a pasar dentro de 8 meses. Pero por encima de todo, me siento otra vez vivo: el no saber qué va a pasar en unos meses me pone bastante!

Si hay algo que he aprendido en este tiempo es que hay que disfrutar del día a día, sin dejar de mirar al horizonte de vez en cuando. Con el tiempo, se unirán los puntos del pasado y todo tendrá sentido. Google es otro mundo, y aunque por contrato no puedo decir mucho de lo que hay dentro, sólo diré que ha superado mis expectativas. Los desayunos y comidas gratis como si fueran buffets de hoteles o poder entrenar en el gimnasio de forma gratuita con vistas al London Eye son sólo algunos ejemplos. En dos semanas he aprendido más de lo que habría aprendido en un máster.

desayuno

Cogiendo calorías por la mañana…

gym

Quemándolas por la tarde…

Ahora toca la vuelta a la realidad, la noche de domingo. Mañana será otro día en el que  me enfundaré los zapatos, me agacharé para atármelos despacio, como queriendo ganar tiempo, pero con fuerza, como si estuviera seguro de mi mismo. Será un nuevo día donde tendré que recordarme a mí mismo que voy a trabajar para Google. Un sueño hecho realidad. Espero poder disfrutarlo.