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¡Lo sé lo sé, tengo el blog abandonado! Os dejé con unas palabras que escribía en el avión camino de Málaga por Navidades, y ya casi hemos entrado en primavera… Atrás quedo el tiempo en familia, la Nochevieja con los amigos, la barbacoa con Fali y Maca (ya no queda nada!) y el viaje a Barcelona…hace ya tanto de aquello que no pega mucho escribir sobre ello.
Por aquí ya nada es igual, año nuevo vida nueva. Nada más llegar a Londres nuestro landlord nos comunicó que finalmente había vendido el piso que tanto tiempo llevaba intentando vender así que nos dio un plazo inicial de dos meses para encontrar casa, plazo que al final se vio acortado a 6 semanas. Rápidamente nos pusimos en contacto con agencias para encontrar piso para finales de Febrero pero no… aquí en Londres todo funciona para ya… si buscas algo a 6 semanas vistas te dicen que vuelvas en 5, y si no encuentras nada en una semana pues con un “sorry” seguro que lo arreglan. Para los curiosos, el tío se sacó 350 mil libras por un piso que no tenía nada…salvo una gran localización… no paro de pensar en el casote que me podría comprar en Málaga con esa pasta… podría plantearme hasta el poner a Messi en mi jardín para verle hacer pataditas… bueno quizás no tanto, pero a Arbeloa en plan “cono” en la acera de mi casa seguro…
Las odiosas mudanzas
Fin de las vacaciones, vuelta al trabajo y búsqueda de casa, la verdad es que la vuelta no se hizo muy sencilla. La búsqueda tampoco ha sido coser y cantar – aunque ahora que lo pienso yo no sé ni coser ni cantar… el caso es que sigo pensando que aquí es más difícil encontrar casa que trabajo.  Ya llevábamos tiempo con la idea de mudarnos; la casa en la que vivíamos estaba bien teniendo en cuenta que era la primera en Londres y que queríamos poder hablar inglés en la casa, pero no era ni mucho menos la casa de nuestros sueños. El llevarnos bien con nuestras compañeras de piso era algo que había primado sobre otras cosas… eso, y que tampoco nos podíamos permitir otras cosas si queríamos ahorrar algo. El caso es que llevamos recibiendo alertas por email desde verano, y pocas eran las casas que cumplían con nuestros requisitos; si alquilar una habitación es caro os podéis imaginar lo que sale alquilar un piso… si a eso le añades que sea una zona buena-segura, cerca de una parada de metro/tren que te permita llegar a ambos trabajos en media hora, con un supermercado cerca y, como no, que la casa sea de tu gusto… agarra la palanca y tira!
Recién llegados a la casa nueva!

La sensación de pagar un pastón por algo que tampoco nos llenara era algo que queríamos evitar pero, con el paso de los días pensamos que no nos quedaría otra que asumirlo. Entendíamos que era el precio de la independencia, de la intimidad, del poder disfrutar del día a día, del volver a casa y encontrarte todo tal y cual lo habías dejado, de poder ver el fútbol cuando te salga del cipote, de comprar papel higiénico exclusivamente para ti y tu culo, de evitar limpiar la mierda de los demás, de tener más de un cajón en la nevera para ti, de evitar despertarte cuando la primera persona de la casa se tenga que ir a trabajar… Tuvimos que registrarnos en agencias, las cuales te cobran un buen pellizco por “encontrarte una casa” (casa que probablemente hayas encontrado tú por otro lado pero que la gestionan ellos). En nuestro caso, vimos como varias agencias nos ignoraban completamente, otras nos decían de una forma educada que nuestro presupuesto era demasiado bajo, nos han enseñado casas casi inhabitables (aunque las fotos en la web fueran la polla), casas con vecinos cuyas puertas estaban con graffitis que ni en Candem y “casas trampa” que cumplían todos los requisitos a priori pero que resultaron tener un armario con más humedades que el sobaco de Camacho, creo que tenía hasta las caras de Belmez. Tras mucho mirar, dimos con una que nos  convenció para ver una casa que nos resultaba fea por fuera en las fotos de la web…pero que sin saber muy bien como ¡resultó ser la casa elegida!

La verdad es que fue todo un poco raro; lo primero es que no conocíamos mucho la zona así que la agencia nos dio un pequeño tour en coche para que viéramos que era una zona tranquila y familiar, con una parada de tren a 3 minutos y con un supermercado gigante a cinco. La casa venía totalmente desamueblada, pero el hecho de que el landlord hubiera vendido el piso y nos permitiera llevarnos todo lo que necesitáramos de allí jugaba a nuestro favor. Por si fuera poco, coincidió esa semana que un compañero de trabajo mandó un email ofreciendo regalar un mueble para la tele y una mesa de cristal para el salón…imagino que os hacéis una idea de quién se los quedó… El precio estaba por encima de nuestras pretensiones pero conseguimos negociarlo y meter en el pack un par de sofás de esos que no te rompen las vertebras poco a poco. Total, que como fuimos los últimos del día en ver la casa teníamos hasta la mañana siguiente para tomar una decisión (eso es otra, aquí no tienes tiempo para pensarte las cosas, o la tomas, o la dejas…hay veces que aunque la tomes, te la quita el que va detrás de ti porque ofrece más de lo que habían dicho en el anuncio… de chiste). Cerveza en mano analizamos los pros y los contras y decidimos quedarnos con la casa. La mejor decisión que pudimos tomar.
La casa (ya la veréis cuando vengáis) está en una zona tranquila, de hecho me atrevería a decir que somos los vecinos más escandalososs. Es de dos plantas, en la planta baja hay un salón amplio con unos ventanales donde entra y calienta la luz del día (correcto, la luz de la noche no entra) y la cocina. ¡La cocina tiene una nevera y un congelador para nosotros! Llevo tres años sin saber lo que es eso así que a mi me impactó… También tiene armarios suficientes como para poder tener más de un brick de leche y dos paquetes de tomate frito en la despensa. Tiene una lavadora que lava de verdad y un horno limpio! La polla.
Los muebles más baratos del mundo!
Nuevo cuarto con mesilla de noche de cartón











En la planta de arriba hay dos habitaciones y un baño, repito, hay dos habitaciones! El baño no tiene cortina que se te quede pegada sino que es una mampara de cristal, también tiene un “calentito” (se dice así no?) para la toalla. Lo único que no me gusta es la cisterna que suena mucho, rollo avión, supersónico, mega-supersónico mejor dicho. Lo bueno es que cuando tiras de la cadena parece que estás volando a Málaga (es como dos placeres en uno, cagar e ir a Málaga a la vez, totalmente recomendable, en serio). Mi madre la arreglará cuando venga, ¿no mamá? Una cosa curiosa del baño es que tiene dos grifos, uno para el agua caliente y otro para el agua fría (?), cuando digo dos grifos, me refiero a que el agua sale por dos salientes diferentes con temperaturas diferentes… osea que si quieres agua templada, pues pones las manos bajo el grifo de agua fría, y, acto seguido, las pones bajo el de la caliente, entonces ya te lavas la cara… así me despierto todas las mañanas, aunque creo que es más por la risa que me provoca el hacer esa rutina cada día.
Los cuartos son bastante amplios, sobre todo el nuestro (tuvimos suerte de que no nos tocara quedarnos en el pequeño (?). El contar con dos cuartos nos permite tener varios armarios que ya tenemos llenos de ropa y maletas, se acabó el tener la sensación de tener todo por en medio cuando ¡en verdad está todo recogido!
La ingeniera de la casa

Ya hemos hecho la visita obligatoria a Ikea y por su puesto hemos montado todos los muebles; desde mesitas de noche, pasando por cómodas y llegando a zapateros. Te das cuenta de que eres un hombre cuando eres capaz de comprar unas cortinas rollo paneles japoneses, escoger las tonalidades y montar los raíles, eso un niño no lo hace. Debo reconocer que aún me debe quedar para convertirme en un hombre hombre, y es que la fase de poder hacer un agujero en la pared sin desconcharla para poner un cuadro todavía no la he superado…darme tiempo… También hemos comprado un tendedero,  ahora nadie nos pone ropa encima de la nuestra que estaba tendida por lo que la ropa no huele mal… todo un cambio en nuestras vidas…

10º Mejor Empresa de Reino Unido

Todos estos cambios han coincidido con mi aniversario en Periscopix. Cada año tenemos una revisión anual (y salarial) que es lo que en parte nos ha permitido también dar el salto a esta casa. Las cosas en el trabajo la verdad es que no pueden ir mejor, voy ganando en confianza, en conocimientos y la relación con mis compañeros sigue siendo muy cercana. El feedback por parte de los jefes y los directores fue muy positivo y la subida fue importante  (igualito que en España). La semana pasada nos dieron el galardón a la décima mejor pyme para trabajar en el Reino Unido, lo cual indica que las cosas no se están haciendo mal. No paran de contratar gente (yo fue el número 44, vamos por 80, y para verano esperan tener 120). El año que viene nos mudamos a unas oficinas que son seis veces más grandes que las que tenemos ahora… una puta locura… Se empieza a hablar de internacionalización así que a ver como se siguen desarrollando los acontecimientos… para los que no sepáis todavía a lo que me dedico este vídeo os puede dar una pista 😉

                                           Explicación gráfica de a lo que me dedico
A parte de haber cambiado de casa y de los cambios en el trabajo, lo demás sigue un poco igual. He vuelto al fisio para ver si me consigue ayudar a superar los problemas de espalda que sigo (y seguiré arrastrando). Me voy a apuntar al gym (una vez más!) al lado del trabajo. Esta vez el objetivo es levantar pesas de dos kilos, hacer ejercicios con la pelota y ver como los demás gorilas se ríen de mi – ver en el fisio como no podía ni mantener los brazos levantados en alto durante 10 segundos ha supuesto un antes y un después en mi vida.
Por último, y no por ello menos importante, las cosas con Bea siguen de lujo. Como siempre que vamos  a Málaga perdí el contacto con ella y casi no nos vimos en 10 días, pero luego nos fuimos a Barcelona 4 diitas para poder disfrutar también el uno del otro. Se hace complicado el organizar las vacaciones; te apetece hacer cosas con tu pareja pero también volver a casa y estar con los tuyos, encontrar ese balance es la asignatura pendiente de 2014. Barcelona es una ciudad que como Roma, tenía pendiente visitar. Me sorprendió la amabilidad de la gente y la ciudad en general me encantó; los edificios, los parques y como no, la playa… como cambia una ciudad cuando le añades esa playita con el mar de fondo… nos dimos un paseo por el paseo marítimo de unos 5 kilómetros que espero nos de la energía que necesitamos hasta verano. Ya de vuelta, estamos con la ilusión de habernos independizado (cosa que ninguno habíamos experimentado antes) por lo que seguimos dando pasito a pasito. Si el frío inglés, la convivencia e IKEA no han podido con nosotros, me cuesta pensar en algo que lo haga pero bueno, os seguiré informando y seguiremos disfrutando, como en Independence Day, hay muchas cosas que celebrar 😉
Vacas en Barcelona