El lunes llegué exhausto a casa tras el primer día de trabajo pero saqué tiempo para escribir en el blog y poder compartir con vosotros mis experiencias. Me acosté a eso de la una de la mañana y cuando sonó el despertador al día siguiente tuve que inventarme nuevos insultos para catalogar mi grado de estupidez.
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Explicación gráfica de la palabra: “Estupidez” |
Estaba muerto. Me miraba en el espejo con la marca de la sábana en la cara, los ojillos achinaos y un kikillo en la coronilla (bueno, al menos el heliopuerto sigue luchando por su existencia…) ¿Para qué coño te acuestas tan tarde si al fin y al cabo lo van a leer tu tía, tu abuela, Sandra y tus padres… y a ellos ya les has contado todo por Skype…? Esa era la pregunta que se me repetía mientras sorbía el café y sacaba las tostadas del tostador. Ya camino de la oficina, una ostia de viento helado en la cara se encargó de despertarme, aunque seguía pensando lo mismo, “eres gilipollas”.
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La importancia de la confianza |
El martes fue sin duda mi peor día, no por el cansancio, sino por todo en general. Habían bastado dos días para acabar agobiado. Me habían pasado mi primer cliente al que tenía que contactar por teléfono para averiguar todo sobre ellos y montarle la campaña. “Tranquilo, no vamos a cobrar a este cliente por ser parte de tu training. Te servirá para ir cogiendo confianza a la hora de manejar el teléfono” esas eran las palabras del comercial que me mandó el mail. Lo que él no sabía es que la confianza que tenía estaba saliendo sigilosamente por la puerta de la oficina mientras leía el e-mail, y para cuando lo terminé de leer la ví asomándose por la ventana de la oficina haciéndome el corte de manga mientras se iba corriendo a grito de “PRINGAOOOO”. Me había dejado sólo.
Es cierto que tuve el partido de fútbol ese mismo día para desfogar, en este caso sólo sirvió para cansarme más; un 4 vs 3 en una pista con paredes, evitando así descansos cuando la pelota salía fuera. Nosotros éramos 3… No pasa nada, “tos de perro” dolor de pecho y para la casa. Llegué derrotado. Me desahogué con Bea y la familia, lo normal. Tras estar hasta tarde estudiando los materiales que necesitaba tener listos para el día siguiente me metí en la cama e hice la ruta que siempre hago con el Iphone antes de dormir (As, Marca, Facebook, Twitter, WhatsApp, Mail…). No quería que llegara el miércoles.
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Tener dudas es bueno… |
En dicha ruta, me encontré con una inimaginable cantidad de mensajes de todos vosotros. Gente no sólo cercana si no gente a la que hace mil años que no veo o de la que no sé nada. La mayoría de ellos fueron mensajes privados. En ellos no sólo me daban la enhorabuena por el trabajo sino por el blog. Todos los mensajes coincidían en que el blog les transmitía fuerza y motivación, que les había ayudado en momentos de bajón… me animaban a seguir en el extranjero, a luchar por lo que quería, a superar este periodo de prueba y a seguir escribiendo y compartiendo todo en el blog. Admiraban lo que estaba haciendo. Resaltaban conceptos como valentía, orgullo, aventura… No era consciente de que mi blog lo leyera “tanta gente” y mucho menos de que gustara “tanto”. Resultó que ese post del lunes había merecido la pena. Ese feedback me dio la energía necesaria para pasar el resto de la semana con otra actitud, me llevó en volandas. Son varios los amigos que han decidido hacer las maletas en estos tiempos complicados. Son muchos los que animan a otros a tomar las decisiones que a ellos les gustaría poder tomar y por lo que sea ya no pueden. Incluso me consta que muchos de vosotros, muchos de los que me animáis a seguir adelante, queréis dar el paso pero las dudas o los miedos os lo impiden. Decidáis lo que decidáis, me gustaría devolveros los ánimos y los consejos que me habéis enviado con este vídeo. Me parece sencillamente espectacular.
Vídeo altamente recomendable. Aplicable a todos los consejos
Sé que estamos en tiempos difíciles. Soy consciente de que no siempre se puede hacer lo que uno quiere, de que el ir haciendo cosas para ir sobreviviendo y superando el día a día nos ocupa la mayor parte del tiempo, nos deja sin fuerzas para seguir buscando, nos lleva a un túnel que parece no ver la luz, a una rutina que acaba quemándonos. Yo también he estado en ese túnel haciendo cosas que consideraba que no me aportaban nada, en situaciones dónde no podía dar el paso de lanzarme a lo que realmente me gustaba. También he trabajado de gratis en sitios dónde la frustración era lo único que sentía. Hay que sacar siempre el lado positivo de las cosas y supongo que al menos esa experiencia me hizo más fuerte.
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Dónde dije digo, digo Diego… |
Sé que las conversaciones en España sobre la emigración son el pan de cada día “Pues mi sobrina se acaba de ir a Alemania, esto está fatal” “Mi hijo está ahora en Francia, a ver si tiene suerte” “Mi nieto acabará marchándose, no hay futuro de lo suyo aquí”. Los políticos predicen las fechas en las que la crisis acabará como todo, a dedo, creo que ya han dicho 2011,2012, 2013, 2014… algún día acertarán. Para entonces tendremos encima que aguantar esa prepotencia y esa muletilla, la misma con la que los diarios deportivos anuncian los fichajes de los equipos de fútbol, ese “Como ya adelantó As/Marca el pasado 1 de Julio, Perry ha fichado por el Atlético de Madrid”. No importa que también hubieran adelantado el 2 de Julio que Perry iba al Rayo y el 3 que iba al Getafe. Así han conseguido vender periódicos tres días seguidos que es lo que importa, el hecho de que faltara a la verdad es hoy en día algo poco importante o irrelevante.
No creo que exista una receta o una solución mágica para salir del pozo en el que nos encontramos. Lo que sí que creo es que no tenemos tiempo para esperar a que una panda de inútiles, la misma que nos ha metido ahí, nos saquen. La vida pasa muy rápido como para perderla esperando. Yo sólo puedo hablar por mí, pero está claro cada situación es diferente. Viendo el vídeo y escuchando las palabras de Alan Watts, acabas convencido de que uno tiene más oportunidades de triunfar si se dedica a hacer lo que realmente le gusta sin preocuparse tanto del dinero…
¿Qué harías con tu vida si el dinero no importara? Alan Watts
Eso ha sido lo que he intentado hacer siempre, perseguir lo que realmente me gustaba y huir de lo que sabía que me mataría. Es cierto que metidos en ese día a día todo parece nublado, no se distinguen las cosas con claridad y a veces se nos olvidan las cosas básicas: hay que intentar ser feliz. A veces nos olvidamos de que un simple gesto o una simple palabra puede aportar esa felicidad, somos así de sencillos. Cuántas veces habré hablado con compañeros que una simple palmadita en la espalda de tu jefe habría valido para volver a casa más contento o un simple “Buen trabajo” te habría llenado de orgullo y satisfacción… No creo que dar ese feedback sea tan complicado.
Bea me recordaba, sabiamente, que tendría que hacer más caso a lo que me dice la familia, la gente a la que quiero, que al fin y al cabo son los que me aportan el feedback diario que todos necesitamos. Quizás, la subjetividad con la que creo que me aportan sus palabras me impide valorarlo en su justa medida, y en este caso, la objetividad con la que creí haber recibido el vuestro es el que me había abierto los ojos. Soy consciente de que hay que tener el mismo cuidado con el feedback que con los consejos, no todos serán siempre positivos o acertados… Sea como fuere, agradezco de corazón vuestras palabras. Muchas veces, y como muestra el último vídeo, se nos olvidan la importancia y la repercusión que pueden tener las palabras en nuestra vida.
La importancia de las palabras.