Después de casi un mes recorriendo playas de agua cristalinas, viendo puestas de sol inolvidables y pasando grandes momentos con gente de 10, nuestra etapa por Filipinas estaba llegando a su fin en Puerto Princesa.
Poco a poco fuimos recorriendo la isla de norte a sur: aterrizando en Coron, viajando en ferry a El Nido y de ahí en furgoneta camicace a Port Barton. Nuestra última parada fue Puerto Princesa. Aquí tan solo estuvimos 2 dias cortos y fue nuestra última parada antes de volar a Hanoi, (Vietnam) con escala en Manila.
Los días que estuvimos en Puerto Princesa no fueron planeados por casualidad en nuestro calendario. Habíamos leído maravillas sobre el “Underground River” o “Rio subterraneo” en la zona de Sabang y no queríamos irnos de Filipinas sin ver esta maravilla de la naturaleza.
Por el escaso tiempo que teníamos en esta zona decidimos tener la excursión organizada de antemano por internet, a través de una agencia, llamada: “Go Discover travel”.
Imagino que esto es cuestión de opiniones, pero aunque el servicio de la agencia que contratamos fue bueno y la guía fue aportando toques de humor durante todo el recorrido en furgoneta , la verdad es que visto los precios de la entrada (en caso de viajar por tu cuenta) y comparando con lo que nos cobraron por el “paquete” (que incluía: transporte+ comida+ y entrada al Undergroun River – sin incluir las famosas “Enviromental Fee” que hay que pagar en este país para todo- ), la verdad es que el toque de humor de la guía no fue para tanto como para pagar el coste de diferencia!! En nuestro caso pagamos la comodidad de tenerlo ya todo organizado, pero creo que merece la pena ir por vuestra cuenta si contáis con algo más de tiempo. Estos son los precios que vimos en agencias de la zona.

Lamentablemente a Sergio su barriga le volvió a jugar una mala pasada después de haberle dado tregua durante toda nuestra andadura, así que decidió quedarse en tierra.
A las 6 de la mañana, puntual me recogieron en la recepción del hotel. Allí que me fui yo, con mi excursión organizada, en la que éramos 6 personas en total: 2 parejas de filipinos que vivían en Cebú, la guía y yo.
El viaje desde puerto princesa duró unas 2 horas y media (70 Km), eso si con la parada de rigor para el desayuno “fiipino style” (Arroz, carne, pescado a las 8 de la mañana). Paramos en un sitio a medio camino que se llama “Buena Vista” precisamente por las vistas que había desde el mirador, la verdad que muy bonitas!
Desde aquí a no más de 15 minutos, nos paramos para ver la llamada “Cueva del elefante” sin duda recomendable.
Sin más, y tras la foto de rigor, continuamos nuestro camino hacia la terminal de Sabang.
La verdad es que esta todo bastante bien organizado, aquí es donde se encuentra la oficina de tickets y desde donde salen los barquitos perfectamente numerados hacia la entrada de la cueva. El trayecto hasta llegar a ella, no es mas de 10-15 minutos en barquita motor. A su paso fuimos contemplando la belleza de las montañas que guardan en su interior el llamado Underground River.
Llegamos a la playita desde donde se accede a la cueva. No sin antes acercarnos a ver unos dragones de komodo que había por la zona y algún que otro mono que curioso se acercaban a ver que podían pillar de comer!
Antes de acceder a la zona de barquitas, te facilitan una audio-guia que te hace muy amena y entretenida la visita. (la guía también está disponible en español)

No pude evitar reírme cuando una de las primeras cosas que llega a mis oídos nada más poner la audio guía es: “cuando entre a la cueva se recomienda cerrar la boca al mirar hacia arriba, no nos hacemos responsable de lo que pueda caer en ella, pero puede que no sea del todo agradable” … no entendía muy bien porque… hasta que todo cobro sentido, cuando nada más ver la entrada a la cueva vi como cientos de miles de murciélagos nos daban la bienvenida!
Una de las cosas curiosas que cuentan en el audio guía, entre muchas otras, es que hay épocas en que la población de murciélagos es tal dentro de la cueva, que tienen que cerrarla porque es imposible el paso… asi que imaginaros! Por suerte para mí, no fue el caso.
La cueva es desde luego digna de ver, pese a la afluencia de turistas, se intenta conservar lo mejor posible y para ello no se ha instalado ningún tipo de sistema de iluminación que hace que la cueva se mantenga mejor, siga creciendo y este todavía “viva”. Lo único que nos daba luz era la luz que portaba el guía de la embarcación, salvo eso, todo lo que nos redeaba era silencio que se interrumpía con el revoloteo de los múrcielas y el goteo del agua todo lo demás permanecía a oscuras, guiándonos simplemente por estas luces diminutas de otras embarcaciones. La última parada de la ruta la sala de la catedral, espectacular, haciendo honor al nombre. Un total de 1 hora de recorrido.
Una vez acabada la visita, la misma embarcación que nos trajo a la playa nos lleva a un punto intermedio desde donde por un sendero accedimos a la zona del ZIPLINE! (Actividad extra, no incluida en el precio de la excursión). 100% recomendable para lo más aventureros. Si bien no es tan “espectacular” como la de Chiang Mai a nivel de altura, por las vistas bien merece la pena, ya que es uno de los pocos ZIPLINE que existen en el mundo que une dos puntos, sobrevolando por encima del agua!
Una vez en tierra firme, con un Jeep, nos llevaron al mismo punto desde donde partimos con la embarcación hacia la cueva. Aquí es donde se encuentra el punto neurálgico de la zona y donde teníamos organizado el buffet de comida, incluida en la excursión. El sitio en concreto que estuvimos fue: Gusto grill & restaurant. La verdad es que tenían una gran variedad de comida la verdad es que muy rica!
De aquí me llevo, las enseñanzas de cultura gastronómica de una de las chicas filipinas que venia conmigo en el grupo. Es curioso como lo que nosotros podemos encontrar “normal” mezclar en cuanto a ingrediente para ellos es “raro”. Asi que tras echarse unas risas a mi costa, y de bombardearla a preguntas sobre que eran aquellos sabores que no conocía, decidí seguir sus instrucciones de cómo mezclar ingredientes! ¡La verdad es que me supo todo mas rico tras seguir sus recomendaciones! ☺
Con todo esto, me sorprendió ver el reloj y ver que tan solo era las 12 cuando regresábamos a la furgoneta y partíamos rumbo a puerto princesa. A eso de las 13.30 estábamos en el hotel de regreso. La excursión estaba prevista que regresara a las 5 de la tarde. También imagino que el hecho de que fuéramos 5 personas y nos 12 (el máximo de plazas de la furgoneta) agilizaba mucho todo. No hay mal que por bien no venga, y después de contarle a Sergio la excursión y enseñarle las fotillos intentando “teletransportarlo” conmigo por unos minutos, nos fuimos a darnos un banito a la “charquita” del hotel.

El dia acabó tranquilito, con una puesta de sol y haciendo la maleta.

Aunque nuestro vuelo a Hanoi desde manila no era hasta las 23:00 de la noche, el vuelo desde Puerto princesa era a las 11 de la mañana.
Desayunamos tempranito y sobre las 9 nos fuimos al aeropuerto internacional. Nuevo, recién estrenadito. Recuerdo la conversación con Sergio en la furgoneta justo antes de llegar: “que bien nos hemos distribuido el dinero, hemos sacado lo justo. No nos ha sobrado nada, pa una botellita de agua”.
Pues bien, 10 minutos mas tarde, nos estábamos arrepintiendo de estas palabras… las famosas “Fees” volvían a hacer de las suyas. Había que pagar 200 PHP (por persona) si queríamos salir del país, y teníamos “pa’ una botella de agua”…
Todo lo que puede parecer sencillo a simple vista, en Filipinas, ya os puedo decir que seguramente no lo sea! ¿Para qué va la gente a necesitar un cajero en un aeropuerto, verdad? Pensaría el lumbreras que diseño el aeropuerto!
Pues bien, sin dinero y sin cajero… ¿cual es la tercera opción? Buscar un sitio de “cambio de moneda” que al parecer solo había en “llegadas”… todo bien hasta ahí..
Mientras yo me quedaba haciendo malabares con las maletas y los kilos de mas y de menos entre maletas (muy estrictos en algunas compañías y muy toca pelot** en otras) Sergio se fue en busca de lo que yo creía que sería la tercera opción, pero nada mas lejos de la realidad, Sergio creo una cuarta opción: hacer negocios con un policía que había en la puerta de la terminal y le cambio un billete de 5 euros por las 400 PHP que necesitábamos para las fee. Ala! Todos tan contentos!
Una vez pasado el control, haciendo un poco de trampas con eso de los kilos y las maletas.. nos encontramos en el aeropuerto con la parejitas de filipinos de mi excursión que justo cogían el vuelo dirección a Cebu ese mismo día.
Sin más nos despedíamos de Filipinas que sin duda pasa a ser uno de nuestros destinos favoritos.
Próxima parada: Hanoi (Vietnam)
PUERTO PRINCESA, INFORMACION EXTRA:
- Alojamiento: – esta vez nos alojamos en un hotel de la cadena Zem Room- Grande Vista. Precio de la habitación 1,400 PHP con piscina,A/c y desayuno incluido. Transfer al aeropuerto también incluido.
- Sitio para comer: Al lado del hotel nos recomendaron uno que no estaba mal, con precios y comida bastante buenos. El nombre Balinsasayaw
Excursión:
- Organizado con la agencia “Go discover travel”: 2350 PHP p.p (Mas las “Fee”)
- Enviromental Fee: 150
- ZIP LINE: 500 PHP
Dicho esto aquí os dejamos el enlace de la agencia
Fees Aeropuerto:
- Aeropuerto Puerto Princesa: 200 PHP
- Aeropuerto Manila: Ojo, aunque nosotros no tuvimos que pagar, por que el billete que compramos ya lo tenia incluido, tened en cuenta que en Manila también había que pagar Fees no eran precisamente bajas. Creo recordar que eran unos 800 PHP para vuelos internacionales (un poco menos para los nacionales).