Antes de seguir leyendo, para un segundo e intenta responder a la pregunta: ¿Qué es ganar?
¿Ya? No, en serio. Hazlo. ¿Ya? Ok…
El otro día leí una historia en un artículo de marketing que me llamó mucho la atención y que quería compartir con vosotros:
“Un anciano, un niño y un burro caminaban hacia el pueblo. El niño iba en lo alto del burro y el anciano caminaba. Por el camino se cruzaron con gente que destacó lo mal que le parecía que el anciano fuera andando y el niño en lo alto del burro. El anciano y el niño pensaron que igual las críticas eran acertadas, así que cambiaron las posiciones.
Más tarde, pasaron por delante de gente que gritó “¡Qué vergüenza, hace que el niño camine!”. Así que cambiaron de nuevo y decidieron andar los dos.
Pronto, se cruzaron con gente que pensó que eran tontos por andar teniendo un burro que podría llevarlos, así que los dos decidieron montarse en el burro.
Fue entonces cuando, al seguir caminando, se cruzaron con gente que los criticaron por poner tanto peso sobre el pobre burro. El anciano y el niño pensaron que igual tenían razón así que decidieron echarse a los hombros al pobre burro. Cruzaron el río, perdieron el equilibrio y el burro cayó y murió ahogado.
¿La moraleja? En marketing, si intentas agradar a todo el mundo, date por perdido.”
La historia me parece genial, pero no creo que se deba aplicar sólo al marketing, sino a la vida en general. A veces nos olvidamos de vivir nuestra propia vida, de hacer las cosas que soñamos con hacer, de arriesgarnos. Y es que, en mi opinión, nos han bombardeado desde pequeños con la idea de triunfar, de que nos vaya bien en la vida, de ganar. Qué curioso, hasta yo llamé al blog “Kien no arriesga no gana”, sin embargo, me faltó cubrir un detalle: ¿Qué es ganar?
Llevo unos meses trabajando en un proyecto que tuve que presentar hace unas semanas en Amsterdam, al responsable de negocios de Google en Europa. Están buscando agencias a nivel europeo con las que llegar a un acuerdo que consistiría en darnos a clientes de Europa, Oriente Medio y Africa, que quieren trabajar con Google pero que, por falta de recursos, Google no puede atender directamente. Si alguien me hubiera dicho que estaría haciendo esto hace 4 años, me habría descojonado en su cara. El viernes pasado, nos confirmaron que, a falta de un voto (crucemos los dedos), hemos conseguido el acuerdo. Esto puede suponer empezar a trabajar con clientes de España, y con la reciente adquisición de una agencia con base en Barcelona, a una posible vuelta no muy lejana. Cómo os podéis imaginar, estoy muy contento, pero sobre todo, muy orgulloso.
Hace 4 años hice las maletas con unos objetivos personales y profesionales que hace tiempo creo haber conseguido con creces. Por un lado, sigo con la persona que, en poco tiempo, me jurará amor eterno. Por otro lado, he aprendido un idioma y he desarrollado una carrera profesional importante en el mundo del marketing digital. Se me han abierto muchas oportunidades. Se me han quitado muchos miedos y complejos. Me considero una persona totalmente diferente a la que llegó. ¿Es eso ganar? Para unos sí, para otros no.
Hace dos semanas volvía de pasar una semana en España. Más de uno de vosotros me dijo, en privado, que si me pasaba algo. Que me notabais serio. Mi padre fue uno de ellos ¿Lo peor? Que me lo digo a mí mismo, que me lo noto. Si no soy capaz de sonreír o transmitir felicidad ni cuando estoy de vacaciones con los míos ¿cuándo lo voy a hacer? Cuando estaba en España, sólo pensaba en quedarme. Ahora que estoy aquí, en trabajo. En trabajo y en irme. En irme lejos durante un tiempo. ¿Es eso ganar?
No me atrevo a discutir muchos de los planes que se me pasan por la cabeza con la gente. No por nada en particular, pero es que creo que no me va a ayudar mucho, porque, como con la historia del burro, todo el mundo tiene una forma diferente de ver las cosas, y quizá lo que tengo en la cabeza no es lo que la gente que me importa pueda tener en la suya. Igual no quiero que me tachen de loco por el hecho de pensar diferente.
Creo que hay tantas formas de vivir la vida como vidas en la vida. Intento prometerme a mi mismo que viviré la mía con mis valores y mis principios, pero no es fácil… No es fácil porque el miedo al fracaso que la sociedad tiene implantado, el sentido de la responsabilidad puede conmigo. Pero ¿qué es fracaso? Es curioso, pero ahora que lo escribo, ahora que lo pienso, siempre recordaré las broncas de mi madre cuando le confesaba, a última hora, que no me iba a presentar a un examen de la Universidad que yo “sabía” que iba a suspender. Fue mi madre la que me enseñó entonces que, fracasar no era suspender, que fracasar era no intentarlo, no presentarme en ese caso. Hubo una vez en la que el orgullo y el miedo me pudo y no me presenté. Pero hubo otra en la que sus palabras hicieron que me presentara, y curiosamente, sacara Notable.

Rejuveneciendo el alma en el Tivoli
Muchos de vosotros me habéis dicho que soy un valiente por dejar todo lo que tenía en España, por venirme aquí sin nada y luchar por lo que quería. He de confesar que sólo me atreví porque mis padres, mi hermana y Bea me apoyaron. Es curioso la fuerza que me da el hecho de que ellos crean en mi. Eso es una vez más, motivo de orgullo, pero también de respeto, porque igual llega el día en que sus miedos hagan que no apoyen decisiones sólo aptas para valientes, y no sé como reaccionaré entonces. Para mi, mi hermana, que quiere ser dueña de su vida y se ha lanzado a montar su propio negocio, Negro Pimienta (blog de creatividad & diseño, al que pronto se incorporará una tienda online – seguidla!) es una valiente. Luismi, es otro valiente, que ha dejado su trabajo para montar su grupo de música, Tarifa Plana (con un disco y puesto número 8 en Canal Fiesta Radio). Alberto, fundador de Sfuerza (entrenador personal online), María, fundadora de Equinoccio (diseño gráfico y web), Javi & Marijke, creadores de Vivir Para Viajar (filosofía de vida & travel bloggers), Juan, creador de la marca Das Sport (marca deportiva) son gente valiente que persiguen sus sueños.
Después de tanto pensar, creo que ya estoy en posición para resolver la pregunta que planteaba al principio ¿Qué es ganar? Habrá tantas definiciones como personas. Para mi ganar es lo contrario de fracasar. Ganar es presentarse a un examen. Ganar es intentarlo. Ganar es luchar por ser feliz. Quien no arriesga no intenta ser feliz. Lo bonito es que cada uno es feliz a su manera, así que dejemos que cada uno intente lo que quiera intentar. Sin prejuicios. Sin envidias.
Creo que ganar es conseguir lo que te propones… y saber dejarlo ir si una vez conseguido no es lo que te esperabas.
Sabes que creo en ti, independientemente de lo que decidas.
Muchas gracias por la mención… me enorgullece ser el ejemplo de algo (para mi, eso también es ganar).
Gracias Javi, es un placer tenerte “cerca”. Seguid escribiendo, que me transportáis con vosotros!
Grande Sergio!! Me alegro que todo te vaya tan bien! Te lo mereces crack!
Gracias amigo! espero que la vida te este tratando bien, un abrazo!
Para mí, ganar es estar satisfecho y “contento por dentro” de mis decisiones y en definitiva de mi forma de vida. El verdadero ganador no deja de serlo cuando “pierde”. Lo diferencio de victoria que, a veces, conlleva un trofeo. Los ganadores continúan mejorando aunque no consigan el trofeo.
Eres un ganador
Que buena definicion! tu eres otra ganadora, mil besos!
Es fantástico lo que has escrito …y lo que has conseguido más fantástico todavía. Pero es que tú eres
trabajador, responsable, te gusta planificar, eres considerado, ayudas a tu gente y les tapas sus fallos, eres estudioso, buenazo y te gusta tomarle el pelo a tu abuela, cosa que te agradece porque sabe que lo haces con cariño, con el mismo cariño que ella te escribe estas letras.
Felicidades a Bea y muchos besos para los dos.
Ves que importante es tener abuela? Me acabas de alegrar el dia con tus palabras, me enorgullece saber que me veas asi. No sé quien ha tomado el pelo más a quien jaja, creo que estoy remontando por todas las que te debo de pequeñito… “quinto levanta tira de la manta” o “el hombre con tantas narices como dias tiene el año” siempre estarán conmigo 🙂 Un besazo abuela!