Hablaba con Bea el otro día de lo mucho que habíamos cambiado en los últimos 5 años. El vivir en otro país, el pasar de los años y las experiencias personales y de los que nos rodean, son algunos de las motivos que nos han hecho cambiar. Basta con leer posts de hace tres años para notar un cambio en mi forma de escribir, el tono o los temas a tartar… me he dado cuenta de que con el blog, he pasado de contar lo que vivía, a reflexionar sobre lo que me pasa, para pasar a vivir en base a mis reflexiones y mis valores.
Y aquí estoy, un Sábado lluvioso reflexionando…viendo como unos más que otros, pero todos nos quejamos de algo.
¿Tenemos motivos? Sí, unos más que otros… y curiosamente los que menos motivos tienen son los que más se quejan. He de reconocerlo, me molesta, y mucho. Y lo que más me molesta es que soy tan culpable como todos vosotros. Me quejo del frío del invierno, del estrés del trabajo, de mis dolores de espalda, de la situación de España, de la incompetencia de los politicos. Me quejo del compañero cara dura, del envidioso y del egoísta. Me quejo del amigo que no está y del pesado. Me quejo de lo que no tengo, y cuando tengo, de no ser suficiente. Me quejo por quejarme y no hago nada al respecto.
Qué cojones tengo. ¿Qué coño sabré yo de la vida? Me rio de los problemas que tenía de niño igual que me reiré en unos años de los problemas que tengo ahora. No es nuestra culpa (o sí…), así es el ser humano, y sobre todo nuestra generación, los millennials. Esa generación de 1981 al 2000 a la que le ha faltado de poco o nada. Una generación en la que ellos mismos, nosotros mismos, somos nuestros propios héroes, en lo que todo gira en torno a nosotros y que no tenemos o asumimos la culpa de nada de lo que nos pasa. De nada malo, que de lo bueno sí que tenemos méritos, salvo que sea algo bueno que le pase a los demás, que entonces será suerte. No hay empatía.
Eso es, lógicamente, la norma general, pero siempre hay algún despistado que se sale de la norma, y esos son los que a mi me interesan. Hay muchos pequeños héroes que dicen mucho sin abrir la boca. Héroes que están entre nosotros y que nos dan lecciones gratuitas de vida. Esa es la gente de la que hay que rodearse. El hijo que no se separa de su madre en los momentos malos, el que no deja que pase 7 días desde que pierde trabajo hasta que encuentra otro, el que no desiste tras 7 años en el desempleo, el que afronta un problema de frente, el que sonríe en los momentos malos, el que llora en los buenos, el que no deja que un amigo se salga del camino, el que coge las maletas y se va cargadas de ilusión, el que vuelve con las maletas cargadas de experiencias, el que vive y es feliz sin clamarlo a los cuatro vientos…
Es hora de hacer un poco de autocrítica. Es hora de mirar un poco a nuestro alrededor y de poner las cosas en perspectiva. Es hora de valorar de lo que somos dueños, en vez de de lo que carecemos. Es hora de cambiar el rumbo de las cosas que no nos gustan en vez de seguir como borregos. Es hora de ser un poco considerado con los demás en vez de mirarnos el ombligo. Es hora de levantar la cabeza y decidir las lentes con la que queremos ver la vida, puede que sea tan sencillo como eso. No dejes que la vida te meta una hostia para abrir los ojos. Despertemos y elijamos como queremos vivir la nuestra, y si no nos gusta lo que hay, hagamos algo por cambiarlo en vez de quejarnos. Hagámonos ese favor mutuamente, por favor.
Estoy de acuerdo… Pero he me dado cuenta que desde que llegué no he parado de quejarme.
Me da que pensar. Quizás sea un tema social.
¿Por qué crees que nos quedamos tanto?
Pues no se tio, no se si es solo social, aqui la gente tambien se queja y cuando vivia en Irlanda tambien… Te pasaba en EEUU? No creo que sea malo quejarse, siempre y cuando no perdamos la perspectiva de las cosas y nos demos cuenta de que en un sistema como en el que vivimos ser feliz 24 horas al dia 365 dias al año igual es complicado, y lo que hay que hacer es disfrutar de esos latigazos y momentos de felicidad.
Hola Sergio !
Me parece muy buena y muy cierta tu reflexión, yo también pienso que nos quejamos demasiado.
Los motivos son múltiples, pero yo me apunto a la teoría de que las personas que se sienten bien, contentas, felices … en general son menos ” consumistas ” que las que se sienten “desgraciadas”.
La sociedad que nos rodea nos llena de mensajes constantes diciendo todo lo que nos ” falta ” para ser totalmente felices … y que siempre son bienes de consumo.
Lo negativo tiene mas repercusión que lo positivo, lo bueno no es noticia, no vende.
Tu apuntas algo muy cierto, nosotros somos los que elegimos las gafas con las que queremos mirar
nuestra realidad.
Cada dia al despertar podemos pensar en todas las cosas buenas que tenemos y sobre todo, que las cosas mas importantes no se pueden comprar con dinero, no esperemos a perderlas para echarlas de menos.
Un abrazo.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, al final el consumismo juega un papel muy importante en la forma en la que vemos las cosas. Es curioso porque luego cuando te paras a pensar en los momentos o situaciones que te causan mas felicidad… casi nunca estan relacionado con un producto fisico que se haya comprado sino con experiencias. Y lo de que lo bueno no vende… una pena pero totalmente cierto! Un besitooooo 🙂