Seleccionar página

Poneros en situación, tenéis un amigo, muy cercano. Un amigo que te conoce muy bien. Hasta el punto de saber antes que nadie todo lo que se te pasa por la cabeza, tus ilusiones, tus proyectos, lo que te motiva, lo que te aburre, tus miedos y tus fortalezas, tus pasiones. Sabe cosas que no mucha gente sabe, cosas que realmente sólo te guardas para ti.

Se trata obviamente de alguien en quien confías, lleváis mucho tiempo juntos, su opinión te importa. Imagínate que un día te lanzas, te abres, y le confiesas tus planes de futuro, que se salen de lo que se considera “lo normal”, algo que no contarías a cualquiera. Entonces, quedas con tu amigo y te dice exactamente todo lo que tanto temías escuchar:

“Lo que quieres hacer es una locura, ya tienes 32 años, quédate como estás, puedes tener una vida fácil, te ha costado mucho llegar hasta ahí. No va a salir bien, no eres capaz de conseguir esos objetivos, no eres lo suficientemente bueno, vas a fracasar, vas a tener que empezar de nuevo desde cero y tirar por la borda lo que tienes. Eres un mierda. Te vas a arrepentir.”

Ahora, responde con sinceridad a estas dos preguntas. ¿Por qué crees que te dice todo eso si te conoce tan bien? y por otro lado, ¿qué le dirías a tu amigo?

Igual te sorprendes, pero todos tenemos a ese amigo con nosotros. Somos nosotros mismos. Ese es tu “Yo” interno que se apodera de tu otro “yo” y te acojona cuando has de tomar decisiones importantes, cuando decides salir de tu zona de confort en busca de algo diferente, cuando decides cambiar. Pero no lo hace de forma razonada, busca el machaque, algo desmedido para hacerse notar, para conseguir meterte el miedo en el cuerpo que haga que des marcha atrás.

No necesito que ese amigo me diga de lo que soy o no soy capaz, ni que me meta miedos con cosas que ya he considerado. No necesito a nadie que me diga el tipo de vida que me conviene porque sólo Bea y yo sabemos el tipo de vida que nos gustaría tener. No necesito gente negativa a mi lado. Quiero gente luchadora, valiente y con energía positiva. Quiero gente con una gran actitud.

 

Desde mi punto de vista la formación de hoy en día no funciona. Nos intentan enseñar a llevar una vida que no es como lo había hace 30 años. La aparición de Internet ha cambiado el mundo y parece que no mucha gente se ha dado cuenta de las oportunidades que se abren. El trabajar de 9:00 a 20:00, para seguir estar conectados 24 horas. El comprobar tu correo en vacaciones si no quieres tener 1,500 a tu vuelta. El tener que estar fuera de tu país o de tu ciudad para encontrar oportunidades. El tener que estar lejos de los míos. El no tener una estabilidad para poder tener una familia cuando uno quiera. El vivir para esos días de vacaciones, que nunca son lo suficientemente largos. Lo siento, pero no me conformo con ese tipo de vida. O mejor dicho, necesito al menos intentar luchar por lo que yo querría tener.

¿Mi respuesta a las dos preguntas de antes? Realmente creo que lo que intenta hacer nuestro amigo es protegernos, no lo hace con mala intención, pero eso es solo el miedo, y el miedo es mejor dejarlo a un lado.

¿Y lo que le diría? Yo lo tengo claro: ¡Comeme los huevos! Y de paso, dale la vuelta a la tortilla 😉